Gestos de libertad sobre seda; alistan la exposición Ba Zasa de Ricardo Mazal

El artista conceptual mexicano explora por primera vez este material, que trabajó con un productor zapoteco; reúne 26 obras en Ba Zasa

Libertad, vuelo, movimiento, migración. El encierro motivado por la pandemia, cuya primera etapa vivió en su casa de Santa Fe, Nuevo México (EU), despertó en el artista plástico mexicano Ricardo Mazal (1950) la necesidad no sólo de explorar estos conceptos en su obra, sino de regresar a su país natal.

A partir de un video que mostraba el vuelo de una parvada, Mazal empezó a transformar las alas en los gestos abstractos que pueblan las 26 pinturas que integran la exposición Ba Zasa (retorno en zapoteco), que se inaugurará hoy, a las 12:00 horas, en la Galería 526 del Seminario de Cultura Mexicana.

El egresado de Diseño Industrial de la Universidad Iberoamericana aclara que su obra no se trata sobre la pintura, sino sobre el contenido de ésta. “Trabajo en una serie de cuadros que desemboca en una instalación multimedia, que a veces contiene sólo pintura, pero en otras integro fotografía, video. Mi obra es mucho más conceptual”.

Para esta propuesta, prosigue, “partía de una parvada de pájaros, pero no quería pintar ésta, sino una parvada de gestos abstractos con mucho movimiento, que tuviera estos elementos que sugieren migración, pero de manera abstracta”.

El creador que ha vivido 30 años fuera del país, primero en Barcelona (España) y luego en Nueva York y Nuevo México (Estados Unidos), confiesa que desarrolla en la computadora, a través del programa Photoshop, sus conceptos e ideas.

«Ahora estoy trabajando por primera vez con la seda. Estoy explorando el color, la transparencia, el movimiento. Me dio curiosidad porque la gente dice que mis telas parecen sedas y me acerqué a ella.
Busqué a los productores de seda de Oaxaca y me contactaron con el maestro Moisés Martínez, de la sierra zapoteca del norte. Cuando vi sus obras, le dije, ‘Moisés, o tú me copias o yo te copio, porque tienes toda mi estética, tu obra refleja lo que estoy haciendo’. Sus sedas tienen mucha semejanza con mis pinturas, o viceversa. Hay una amalgama entre ambos”.

Narra que Martínez y él estuvieron en contacto durante un año. “No soy un pintor tradicional, sino más conceptual. Hago investigación. Estuve viendo cómo alimentan a los gusanos; porque ellos hacen todo el proceso, desde la creación del gusano, lo van alimentando. Después tejen la seda y luego viene el pigmento.

«Me tardé seis meses en entender y desarrollar la técnica para poder trabajar sobre las sedas respetándolas. Eso es lo más importante, que estábamos en un diálogo. No es que la seda sería como un lienzo para que yo pintara sobre ella. Nunca lo vi así. Sino que tenía que ser una colaboración equitativa entre el trabajo de Moisés y el mío. Yo me provoco el reto de reinventarme”.

Dice que la exposición ha sido concebida como un viaje en el que el espectador, al moverse por el espacio de la galería, se sumerge en una experiencia que estimula su conexión sensorial, intelectual y emocional con temas como la libertad.

Mazal considera que la Ciudad de México “es una de las urbes más vibrantes, vitales, y con más energía y creatividad del mundo”.