¡Ni el mejor del mundo puede solo!: Alejandro Molina Bortoni

Messi y su equipo, el Inter Miami, fueron derrotados por el Monterrey en los Cuartos de Final Concacaf Champions con un amplio marcador global de 5-2.

El tema ha sido discutido ya en todos los medios. Independientemente del desempeño de Messi, su equipo decepcionó. Se observó un grupo desequilibrado, descoordinado, desarticulado.

La presencia de Messi no fue un diferenciador.

Se percibió desorientado y con bajo nivel de juego, su genialidad no fue suficiente.No quiero hacer leña del árbol caído, quiero aprovechar este momento como evidencia para volver a enfatizar la fuerza que tiene el equipo sobre el individuo, puede parecer obvio, más no lo es en realidad.

Todavía hay muchos equipos en los que los más talentosos gozan de privilegios o que la estrategia de éxito se basa en ellos. En realidad, es en la fortaleza del equipo que debe buscarse la solución a los retos, la obtención de resultados y establecer las bases del proyecto a futuro.

El concepto de la sinergia de equipo es fundamental.Cuando todos aportamos lo mejor de nosotros, el resultado es exponencial; ya no es una suma, es una multiplicación.

El equipo no puede apostar a que el factor de éxito se basará en una o dos personas con excelentes atributos.

Incluso me atrevo a recomendar que, cuando el mejor elemento es tóxico para el equipo, se debe prescindir de él.Genera mal ambiente, sinergia negativa y saca lo peor de los demás.

Insisto, si la presencia de una persona que en lo personal tiene un gran desempeño, pero hace que los demás no den su mejor versión, sale muy caro, se desaprovechan los recursos de los demás y no es sostenible en el largo plazo.