El impactante entrenamiento de un piloto de Fórmula 1

En la Fórmula 1, la exigencia no reconoce límites: los pilotos no solo requieren habilidades de manejo excepcionales y una comprensión técnica del automóvil, sino también una preparación física que desafía lo común.

En sus sesiones, los pilotos trabajan diferentes partes de su cuerpo para soportar las casi dos horas que suele durar una carrera dentro del circuito.

Esta máxima categoría del automovilismo no solo impone la necesidad de brazos robustos para dirigir el vehículo a más de 300 km/h y de piernas fuertes para una frenada efectiva, sino también requiere de una resistencia aeróbica avanzada para soportar el calor extremo dentro del habitáculo. No obstante, hay una parte del cuerpo que sorprendentemente recibe una atención prioritaria: el cuello.

Recientemente, la cuenta oficial de Instagram de la Fórmula 1 ilustró la importancia de este aspecto del entrenamiento al compartir un video de Alexander Albon, piloto tailandés del equipo Williams, fortaleciendo su cuello mediante un ejercicio con poleas.

La grabación mostraba a Albon superando cargas de 20, 40 y hasta 80 kilos, tensión que simula el impacto de la fuerza G sufrido en los veloces giros de las pistas. “¡Esta fuerza de cuello es impresionante!”, escribieron junto a la grabación.

Es bien sabido que el cuello de estos deportistas, semejante al de los boxeadores, es notoriamente más robusto que el promedio, debido a las intensas fuerzas G que deben resistir, llegando a soportar de cuatro a cinco veces el peso de su cabeza en cada curva.

La fuerza G no es más que una medida de la carga que enfrentan los pilotos debido a la aceleración gravitatoria, que puede desplazarlos bruscamente dentro del monoplaza.