Cómo manejar tu estrés

Aquí comparto algunos consejos que he estado usando.

Estas semanas pasadas me he estado sintiendo un poco estresada. Me voy a graduar de prepa este año y tengo que escoger a qué universidades quiero aplicar, lo cual me estresa porque tengo hacer muchas cosas para solicitar admisión.

Aunque mi estrés es una reacción normal y saludable, si me sigo estresando por más de unas cuantas semanas, puede afectar mi salud y me puedo enfermar. Aquí quería compartirles algunos consejos que he estado usando para manejar mi estrés:

1.- Aprende a reconocer el estrés El primer paso para manejar el estrés es reconocer la presencia del estrés en tu vida. Todo el mundo siente el estrés de manera diferente.

Es posible que te enojes o estés irritable, que no puedas dormir o que sufras dolores de cabeza o malestar estomacal. ¿Cuáles son las señales del estrés en ti? Una vez que identifiques las señales de tu estrés podrás comenzar a manejarlo.

Adicionalmente, identifica las situaciones que pueden provocarte estrés. Estas situaciones se conocen como ‘tensionantes’. Tus tensionantes pueden ser la familia, la escuela, el trabajo, las relaciones románticas, el dinero o los problemas de salud. Una vez que entiendas de dónde viene tu estrés podrás buscar maneras con las cuales lidiar con tus tensionantes.

2.- Evita el aliviar el estrés de maneras poco saludables Al sentirte estresado, puedes recurrir a comportamientos poco saludables que te ayudan a relajarte.

Estos comportamientos pueden incluir:

  • Comer en exceso
  • Fumar
  • Beber alcohol y consumir drogas
  • Dormir demasiado o no dormir lo suficiente

Estos comportamientos pueden ayudarte a sentirte mejor al principio, pero pueden hacerte más daño de lo que ayudan. En lugar de ellos, utiliza si quieres estos consejos para encontrar maneras saludables de reducir el estrés.

3.- Encuentra maneras saludables de manejar el estrés Existen muchas maneras de manejar el estrés, entonces prueba algunas de estas para ver cuáles funcionan mejor para ti.

Reconoce las cosas que no puedes cambiar. Aceptar que no puedes cambiar ciertas cosas te permite dejarlas ir y no alterarte. Por ejemplo, no puedes cambiar el hecho de que estás manejando en un lugar con mucho tráfico, pero puedes buscar maneras de relajarte en el trayecto, como escuchar un podcast o un audiolibro.

Evita las situaciones estresantes. Siempre que te sea posible, aléjate de la fuente del estrés. Por ejemplo, si tu familia se pelea en los días festivos, date un descanso y sal a caminar o a dar una vuelta en el auto. Haz ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es la mejor y manera más fácil de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio, tu cerebro libera químicos que te hacen sentir bien. También puede ayudarte con tu energía reprimida o tu frustración.

Busca algo que disfrutes, ya sea caminar, montar en bicicleta, jugar fútbol, nadar o bailar, y hazlo por al menos 30 minutos la mayoría de los días. Cambia tu perspectiva. Intenta desarrollar una actitud más positiva ante los desafíos. Puedes hacerlo reemplazando los pensamientos negativos con pensamientos más positivos. Por ejemplo, en lugar de pensar, «¿Por qué siempre todo sale mal?», cambia esa idea por, «puedo encontrar una manera de superar esto».

Puede parecer difícil o parecerte tonto en un principio, pero podrás descubrir que esto te ayuda a dar un giro a tu perspectiva. Haz algo que disfrutas. Cuando el estrés te tenga decaído, haz algo que disfrutas para ayudar a ponerte de pie de nuevo. Puede ser algo tan simple como leer un buen libro, escuchar música, ver tu película favorita o salir a cenar con un amigo. Otra cosa puede ser comenzar un nuevo pasatiempo o clase. Sin importar lo que elijas, intenta hacer al menos una cosa al día que sea solo para ti.

Aprende nuevas maneras para relajarte. La práctica de técnicas de relajación es una gran manera de lidiar con el estrés del día a día. Las técnicas de relajación te ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea. Existen muchos tipos, desde respiraciones profundas y meditación hasta yoga y taichí. Toma una clase o intenta aprender de libros, videos o recursos en línea.

Conéctate con tus seres queridos. No dejes que el estrés se interponga entre tú y tu vida social. Pasar tiempo con familiares y amigos puede ayudarte a sentirte mejor y a olvidarte del estrés. Confiar tus problemas a un amigo también puede ayudarte a resolverlos. Duerme lo suficiente. Descansar suficientemente durante la noche puede ayudarte a pensar con más claridad y a tener más energía. Esto hará que te sea más fácil manejar cualquier problema que puedan surgir. Intenta dormir entre 7 y 9 horas todas las noches.

Mantén una dieta saludable. Comer alimentos saludables ayuda a darte energía a tu cuerpo y a tu mente. Evita los refrigerios con altos contenidos de azúcar y consume muchas verduras, frutas, granos integrales, lácteos reducidos o libres de grasas y proteínas magras. Aprende a decir ‘no’. Si tu estrés viene de realizar demasiadas tareas en casa o en el trabajo, aprende a establecer límites.

Pide ayuda a los demás cuando la necesites. Si sientes que no eres capaz de manejar tu estrés, es posible que debes hablar con tu doctor. También puedes considerar ver a un terapeuta o asesor que puede ayudarte a encontrar otras maneras de lidiar con el estrés. Según la causa de tu estrés, también puede ser recomendable unirte a un grupo de apoyo para que te ayude a controlarlo mejor. ¡Espero que estos consejos les ayuden!