(Glanville J et al. 2025, Cell 188, 1–18)

Las mordeduras de serpientes, de alrededor de 600 especies, causan sobre 100,000 muertes y 300,000 discapacidades permanentes anualmente. Por lo menos reconocemos 2 anticuerpos neutralizantes de células B de memoria de quienes se han expuesto a los venenos, particularmente neurotoxinas.
Datos de la Organización Mundial de la Salud, enfatizan que la mortalidad es de 81,000 a 138,000 y la discapacidad permanente anual de 300,000 a 400,000.
De 600 especies existentes, 85 son las más relevantes para la Salud en los humanos, que incluyen a la neurotoxina de cadena larga.
La administración de anticuerpos neurotóxicos pueden dar protección pero sólo parcial a mordeduras de serpientes como la cobra, que incluye la eficacia parcial a los 10 minutos de la mordedura, aparentemente por actividad neutralizante.
El presente estudio incluyó combinación de agentes neutralizantes contra toxinas que paralizan a quienes se exponen al veneno, con el descubrimiento de anticuerpos neutralizantes (LNX-D09 y SNX-B03) contra neurotoxinas protagónicas de diversas especies de cobra, mamba negra y cobra rey, así como a las de víbora tigre, taipan (inland y de la costa), con protección parcial a veneno de la cobra rusa, mulga, coral del Este, etc.
El empleo de anticuerpos con IgG humana completa, evita la anafilaxia y la enfermedad del suero.
La mutación SIK3-N783Y se asocia a menor necesidad de sueño
(Chen H et al. PNAS 2025; 122 (19) e2500356122 & Kreier F. Nature 2025; doi.org/10.1038/d41586-025-01402-7)
La mutación de la cinasa 3 sal-inducida (hSIK3-N783Y) se identificó en individuos que requieren de dormir menos.
El sueño es esencial para la vida y la mutación mencionada explica la necesidad de menor sueño aún en ratones, en los que se muestra aumento de ondas delta potentes en el electroencefalograma.
La mayoría de las personas requieren de dormir 8 horas, lo que se asocia a mejor Salud y con la mutación descrita, los requerimientos pueden ser de 3 horas. El gen SIK3, codifica nuevas mutaciones de DNA relacionado a menor necesidad de dormir, en contrapartida de otras mutaciones de Sik3 observadas en el Japón y que se relacionan a mayor necesidad de sueño en ratones.
Envejecer con salud
(Ravindranath M. New York Times, mayo 9)
La mayoría de los adultos mayores padecen al menos dos enfermedades crónicas, pero algunas personas llegan a los 80 años sin enfermedades graves.
Los investigadores sospechaban que la clave del envejecimiento más saludable era genética, pero tras secuenciar los genomas de 1400 de estas personas atípicas del envejecimiento —un grupo al que llamaron los “Wellderly” (por el idioma inglés: “bien” o “bueno” y “ancianos”) casi no encontraron diferencia alguna. Que los genes no determinen necesariamente un envejecimiento saludable es “liberador” y sugiere que “todos podemos hacerlo mejor” para retrasar las enfermedades, dijo Eric Topol, cardiólogo y fundador del Scripps Research Translational Institute, que dirigió el estudio sobre los “Wellderly”.
Topol es un destacado científico molecular que ha publicado 1300 artículos de investigación, su libro más reciente, Super Agers: An Evidence-Based Approach to Longevity, profundiza en la ciencia del envejecimiento, que evoluciona rápidamente; menciona que las herramientas como las pruebas de edad biológica y la predicción cada vez más sofisticada de los riesgos para la salud podrían llegar a esbozar una imagen más clara de cómo estamos envejeciendo. El estilo de vida impulsa el colapso biológico que conlleva la edad, somos más propensos a contraer enfermedades como el Alzheimer, el cáncer y la diabetes a medida que envejecemos.
Reconocemos estrategias para envejecer de forma más saludable:
- Practica ejercicios de fuerza; la actividad física reduce el riesgo de cáncer, depresión, diabetes y mortalidad en general. Una hora de entrenamiento de resistencia a la semana reduce el riesgo de mortalidad 25 por ciento. El entrenamiento de fuerza también se ha relacionado con mejor sueño, mayor densidad ósea y mejor salud mental, en comparación con la ausencia de ejercicio.
- El sueño adecuado puede reducir el riesgo de cáncer, enfermedad cerebrovascular y muchas otras enfermedades. Quien duerme menos horas de sueño profundo por noche tiene mayor riesgo de demencia.
- Reforzamiento de la salud mental, controlar el estrés es fundamental para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad. El pasar 30 minutos a la semana en espacios verdes al aire libre se asocia a tasas más bajas de depresión e hipertensión. Las personas con vida social activa suelen tener menor riesgo de mortalidad y enfermedad.