Movilización sin precedentes para despedida de un pontífice reinante.

El funeral del papa Francisco este sábado 26 de abril será el primero de un pontífice reinante en más de veinte años, lo que ha generado un despliegue logístico y de seguridad sin precedentes en la ciudad de Roma. Las autoridades italianas prevén una jornada histórica con cifras impresionantes en cuanto a asistencia, infraestructura y participación internacional.
El Ministerio del Interior estima la llegada de al menos 200 mil fieles para los actos fúnebres. Se espera que esta cifra se eleve hasta los 250 mil durante el futuro cónclave. El cortejo fúnebre recorrerá seis kilómetros desde la Basílica de San Pedro hasta Santa María la Mayor, donde Francisco será enterrado, cumpliendo su deseo de una tumba sencilla y sin ornamentos.
La Protección Civil desplegará 3 mil voluntarios, junto con 55 equipos sanitarios, 11 puestos médicos avanzados y 52 ambulancias adicionales. Además, el sistema ferroviario italiano habilitó 260 mil asientos para facilitar el arribo de visitantes a Roma. Se han reservado 500 espacios de estacionamiento para autobuses y autocares en las inmediaciones.
Se esperan condiciones climáticas favorables, con una temperatura de 17 grados al inicio del funeral y máximas de hasta 24 grados durante el día. El Departamento de Turismo prevé la llegada de más de 120 mil personas entre el 25 y 26 de abril, lo que se traduce en aproximadamente 320 mil pernoctaciones en hoteles y alojamientos alternativos.
Hasta el momento, 130 delegaciones internacionales han confirmado su presencia en el evento, y se espera que el número final supere las 170. Medio centenar estarán encabezadas por jefes de Estado o de Gobierno, incluyendo una decena de monarcas, lo que refuerza la relevancia global del funeral.
La seguridad será una prioridad, con 11 mil elementos de fuerzas del orden desplegados en Roma, entre policías, carabineros, agentes de tráfico y soldados. Además, se utilizarán cinco bazucas antidrones para interceptar cualquier amenaza aérea, reforzando la zona de exclusión decretada sobre la capital italiana.