El equipo de Campania repite por sexta vez en su historia un curioso patrón; subir de categoría el mismo año en que muere o renuncia un papa.
El Avellino 1912 logró el pasado sábado 19 de abril su ascenso a la Serie B, apenas dos días antes del fallecimiento del papa Francisco, en lo que se ha convertido en una asombrosa coincidencia histórica: cada vez que un papa ha muerto o renunciado desde 1958, el club ha conseguido un ascenso.
Aunque no todos los éxitos deportivos del Avellino coinciden con estos acontecimientos eclesiásticos, los seis casos de ascenso vinculados a muertes o renuncias papales han captado siempre la atención mediática. La primera vez fue en 1958, cuando falleció Pío XII; luego en 1963 con la muerte de Juan XXIII; en 1978, con las muertes de Pablo VI y Juan Pablo I, el equipo alcanzó la Serie A por única vez.
En 2005, el club ascendió a la Serie B tras el fallecimiento de Juan Pablo II, y en 2013, repitió hazaña tras la renuncia de Benedicto XVI. Ahora, en 2025, el club vuelve a dar el salto apenas 48 horas antes de la partida de Jorge Mario Bergoglio, quien incluso había firmado una camiseta del equipo meses atrás.
Aunque muchos lo ven como una coincidencia, la «maldición bendita» del Avellino ya forma parte del folclor deportivo italiano.
