
Boston no dejó lugar a las sorpresas en el inicio de los playoffs. Lejos de confiarse por su favoritismo, los Celtics dominaron con autoridad a los Orlando Magic en el primer juego de la serie (103-86), gracias a un recital ofensivo de Derrick White y una segunda mitad demoledora.
Aunque el duelo arrancó con cautela y cierto equilibrio, los de Joe Mazzulla ajustaron las tuercas tras el descanso y desataron una tormenta verde con un parcial de 28-10 en el tercer cuarto que sentenció el partido. White lideró la ofensiva con 30 puntos y siete triples, mientras que Payton Pritchard aportó energía y efectividad desde la banca con 19 unidades.
Orlando, que resistió con esfuerzo hasta el entretiempo, se diluyó ante la presión defensiva local. Paolo Banchero, con 36 puntos y 11 rebotes, volvió a ser el alma de los Magic, pero no bastó ante la superioridad colectiva de Boston. El equipo de Florida evidenció sus carencias estructurales, sin un base que orqueste ni un sistema que potencie a sus talentos.
Los Celtics no necesitaron una actuación brillante de sus estrellas: Jayson Tatum se centró en labores defensivas y de rebote (17 puntos y 14 rebotes), mientras que Jaylen Brown y Kristaps Porzingis firmaron un encuentro discreto en ataque.
Con dos días de descanso por delante, el TD Garden se prepara para un segundo asalto donde los Celtics buscarán confirmar su dominio. Si algo quedó claro, es que en Boston hay profundidad, defensa y un hambre intacta por el anillo.