Más de 3,800 creadores exigen la cancelación de la venta, alegando uso indebido de sus obras en modelos de inteligencia artificial
Más de 3,800 artistas han firmado una carta abierta exigiendo la cancelación de la subasta “Inteligencia Aumentada”, organizada por la casa Christie’s de Nueva York y programada para el 20 de febrero. Los creadores denuncian que muchas de las obras en venta fueron generadas con modelos de inteligencia artificial (IA) entrenados con material protegido por derechos de autor sin autorización.
En la carta, dirigida a los responsables de ventas de la prestigiosa casa de subastas, los firmantes acusan a Christie’s de “premiar e incentivar el robo masivo” de la propiedad intelectual de los artistas humanos. “Esos modelos y las empresas que los desarrollan explotan a los artistas, utilizando su trabajo sin permiso ni compensación para construir productos comerciales de IA que compiten directamente con ellos”, afirmaron.
Entre los firmantes se encuentran varios de los demandantes en una acción colectiva presentada en 2023 contra empresas como Midjourney, DeviantArt y Stability AI por presuntas violaciones a los derechos de autor.
La subasta, que será la primera en Christie’s dedicada exclusivamente a obras creadas con IA, incluirá piezas de artistas reconocidos en este campo, como Refik Anadol, Harold Cohen, Pindar van Arman y el dúo Holly Herndon y Mat Dryhurst.
Algunos de los creadores participantes han respondido a las acusaciones. Refik Anadol defendió su trabajo en la plataforma X (antes Twitter), asegurando que la mayoría de los artistas en la subasta utilizan bases de datos y modelos propios. También criticó lo que llamó “críticas perezosas y mentes oscuras dirigidas por la histeria apocalíptica”.
El artista Beeple, quien en 2021 vendió la primera obra completamente digital subastada por Christie’s por un récord de 69 millones de dólares, se sumó al debate con un comentario en redes sociales sobre lo que denominó “la guerra del arte”.
Entre las piezas destacadas en la subasta, Christie’s ha revelado una obra de Herndon y Dryhurst, valorada en 70,000 dólares, y otra de Van Arman, con un precio inicial de 180,000 dólares. Sin embargo, la controversia sigue creciendo, avivando el debate sobre la ética del uso de la inteligencia artificial en la creación artística.