Uno de los principales atractivos en el municipio es la Ex Hacienda Escondida de Santa Ana y va otras calles que guardan batallas.
El cronista municipal de Soledad de Graciano Sánchez, Amado Juan Sánchez Cabrera ante las vacaciones de verano y los visitantes que esperan en la localidad reiteró que las calles de la demarcación guardan un sin fin de historia; esto pese a que algunos espacios ya se encuentran remodelados al referirse a las calles principales; sin embargo hay otras fincas que mantienen su historia, parte del patrimonio.
Juan Sánchez, resaltó entre los espacios con mayor historia y que forman parte del patrimonio, la Ex Hacienda Escondida de Santa Ana que data desde la época de fundación del municipio y de la que se derivaban algunos caminos que recorrían en ese tiempo leñadores y carboneros; rutas que al paso del tiempo se convirtieron en calles que ahora son el día a día de muchas personas.
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“El municipio de Soledad, se ha caracterizado por tener una ubicación estratégica, sobre todo para los comercios; entre ellos, en tiempos antiguos, eran los leñadores y los carboneros todos ellos tenían una ruta. Aquí en el centro histórico de Soledad en la calle actual de Zaragoza, en la calle Tomasa Estévez, por esta calle se dirige hacia la hacienda de Santa Ana, es uno de los lugares más antiguas de todo el municipio que data de la época de fundación de soledad”, explicó.
Sobre la actual calle Zaragoza y Tomasa Estévez, dijo que pese a que en la actualidad se ha perdido como tal la ubicación original, son lugares destacados por los hechos históricos ahí suscitados, entre estas batallas y combates en la época de la colonia.
Además dijo que fue en Soledad de Graciano Sánchez de donde personas salieron hacia el norte a combatir a los norteamericanos en la época de Santa Ana
“De esta calle, lugar al que yo me refiero, han sucedido muchas cosas, en el caso de hechos por esos lugares hubo varias combates en época tanto de la colonia y posteriormente cuando hubo gente por aquí, pues hacia el norte a combatir a los norteamericanos en tiempos de Santa Ana, y posteriormente en época de la revolución mexicana, es ese lugar es por donde más se veían personas que pasaban corriendo”, refirió.
Otra de las narraciones que dijo resulta de interés para los visitantes es una historia de la que deriva parte de la leyenda de “La llorona de las capillas”, de una casa que se ubicaba en la intersección de la calle Zaragoza y Narciso Mendoza, vivienda que resultó dañada por una fuerte inundación en 1955, lo que ocasionó su caída en la que como consecuencia murió un matrimonio; según compartió el cronista.
Finalmente entre los lugares emblemáticos, destacó la estructura del templo parroquial de Nuestra Señora de Soledad. “Es otro lugar muy importante por el tipo de ornamentas que tiene, los tableros son algo muy importante y el turista puede llegar y verlos y por eso tiene un buen rato que tienen muchas alegorías de la iglesia cristiana. Tiene plantas, tiene muchas representaciones plasmadas en esos tableros que están en la fachada”, concluyó Juan Sánchez Cabrera.
