¡CAMBIAR A MÉXICO! Mandato popular claro y contundente

La gran elección del 2 de junio nos deja una gran lección a todos: Nadie teníamos claro el sentimiento profundo y la voluntad del pueblo de México de ir por un cambio verdadero. ¿Se concentró el poder? Sí. ¿El mandato popular que se recibe es para hacer cambios profundos en el sistema político mexicano y en sus instituciones? Sí. ¿La contundencia del resultado propicia la circunstancia para fortalecer a la nación y hacer un llamado a la unidad nacional? Sí. ¿La nueva realidad con un Congreso con mayoría calificada facilita o pone las condiciones para lograr los cambios más rápido? Sí. ¿El cambio da miedo? Sí. ¿Hay que hacerlo de manera responsable? Sí.

No debe haber confusiones. El análisis del comportamiento de los electores el pasado 2 de junio lo dice todo. El respaldo al cambio viene de todos los estratos económicos, desde los que viven en la sierra en ejidos y comunidades rurales, pasando por los ciudadanos de las colonias populares y hasta los que viven en fraccionamientos y departamentos exclusivos de las grandes ciudades; el apoyo mayoritario viene de todos los segmentos poblacionales -jóvenes, adultos y de los adultos mayores-; también, en cuestión de género, tanto mujeres como hombres en su amplia mayoría votaron por el cambio, y; no menos importante, hay que señalar que el sufragio emitido por 36 millones de ciudadanos fue transversal y cruzó todos los estratos educativos (desde primaria hasta postgrados) para “seguir con la transformación”, es decir: ¡CAMBIAR A MÉXICO!

Unánime fue la sorpresa del resultado electoral del 2 de junio pasado. Ninguna encuestadora, ningún analista, ningún político, ningún intelectual, ningún periodista, ninguna consultoría extranjera; ni chamanes, ni prestidigitadores, ni agencias extranjeras, ni la coalición ganadora integrada por los partidos Morena, PVEM y PT; y mucho menos los dirigentes de los partidos derrotados PRI, PAN y PRD leyeron con anticipación el sentir de la gran mayoría del pueblo mexicano que con su voluntad expresada en las urnas otorgó un mandato constitucional claro y contundente: ¡CAMBIAR A MÉXICO! Nadie se imaginó que la voluntad ciudadana que se expresaría en las urnas sería tan contundente como lo fue y, por lo tanto, desde el domingo pasado en la noche -tras conocerse la magnitud de votos recibidos a favor de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo y la diferencia abismal contra los obtenidos por sus contrincantes- hubo muchos sorprendidos y comenzaron las explicaciones rebuscadas de las cifras, las resignaciones forzadas y regateadas ante la realidad y, lo más lamentable, los fracasados dirigentes del PAN, del PRI y del PRD soltaron a sus huestes en las redes sociales promoviendo una versión insostenible y fantasiosa de fraude electoral, al tiempo que ellos mismos, con la perversidad que les caracteriza, se afianzaban en sus posiciones políticas personales en el Congreso Federal y lanzaban a su candidata Xóchitl Gálvez a una penosa y humillante aventura de pedir el recuento de votos intentando “manchar” la elección y “sacar tajada” en el río revuelto. La historia los pondrá en su lugar, siempre sucede. Más allá de las bajezas de la naturaleza humana que se observan en la política, lo relevante es que Alito, Markito y Chuchito fracasaron en su intentona de minar la legitimidad obtenida por la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo y por la coalición de los partidos Morena, PVEM y PT en el Congreso Federal y que el resultado final se traduce en un mandato constitucional muy claro: ¡CAMBIAR A MÉXICO!

En los próximos días, en las próximas semanas, mucho antes del primero de octubre que es la fecha en la que de conformidad con el Artículo 80 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo tomará protesta y será la depositaria del “supremo Poder Ejecutivo de la Unión”, e incluso antes que la nueva legislatura federal asuma sus responsabilidades el primero de septiembre, se tendrán noticias del rumbo del cambio que con su sello personal de gobernar imprimirá la nueva Jefa del Estado Mexicano y los legisladores de la Cuarta Transformación. Estoy seguro de que la Doctora Claudia Sheinbaum sorprenderá para bien a muchos con las decisiones que tome y con las políticas que impulse. Ya dio señales claras en su discurso de cierre de campaña y en el mensaje del día de la elección después de recibir la noticia del triunfo arrollador. ¡CAMBIAR A MÉXICO ES RESPONSABILIDAD DE TODOS Y UNIDOS LO HAREMOS MEJOR!