Los riesgos de ver contenidos online, y cómo evitarlos

Cualquier plataforma que tenga datos como nuestro correo electrónico, nuestra contraseña de acceso, y un método de pago asociado, presenta peligros para nuestra seguridad digital. Este es el caso de Netflix, Disney+, HBO Max y muchas otras, así que nos conviene conocer estos riesgos para adoptar las precauciones necesarias a la hora de disfrutar de sus servicios: desde establecer contraseñas robustas hasta proteger nuestros métodos de pago.

Di no a las plataformas de streaming pirata

Ante el encarecimiento de los precios de Netflix o Disney+, son muchos los usuarios que optaron por dar de baja sus cuentas y usar las plataformas fraudulentas. Esto se acentuó cuando Netflix prohibió compartir las contraseñas de la cuenta entre amigos que no viven en el mismo domicilio, lo que disparó el uso de páginas web y apps para el celular con copias ilegítimas de las películas y series más populares de Netflix, Disney+ o HBO, entre otras.

Sin embargo, este tipo de plataformas web ilegítimas suponen un serio riesgo para la seguridad de sus usuarios. Aunque existe la creencia extendida de que estas webs se financian únicamente mediante la publicidad –cada vez que queremos ver algo, aparecen numerosos banners que debemos ir cerrando hasta acceder al contenido–, lo cierto es que tienen otras vías aún más lucrativas y peligrosas de financiarse.

Es frecuente que, además del adware –esa publicidad tan molesta–, las páginas web pirata infecten los dispositivos de sus usuarios con malware. Estas formas de malware pueden incluir keyloggers para registrar contraseñas o datos bancarios, troyanos para dar acceso a los dispositivos a través de una ‘backdoor’, o incluso ransomwares para cifrar los archivos de la víctima y exigirle un rescate. Por eso, la primera medida de seguridad pasa por evitar los sitios fraudulentos.

Nuestra información tampoco está segura en las plataformas legítimas

Cuando accedemos a una plataforma de streaming, esencialmente debemos compartir tres datos: un correo electrónico de registro, una contraseña de acceso, y un método de pago para hacer frente al costo de la suscripción. Estos tres datos son almacenados por la plataforma y, además, con frecuencia los guardamos en nuestros dispositivos para identificarnos cada vez que sea necesario.

Esta identificación supone un riesgo de seguridad, sobre todo si la hacemos desde dispositivos IoT como un televisor inteligente o un asistente virtual, donde no podemos instalar herramientas como un antivirus o una VPN con facilidad. Si la información de acceso se envía a la plataforma sin cifrar, podría ser interceptada por un ciberatacante, y lo mismo ocurre si cambiamos nuestros datos de pago.

Esto lo podemos remediar al instalar VPN en router, porque de este modo todos los dispositivos que tengamos conectados a la red Wi-Fi de nuestro hogar contarán con el cifrado robusto de una VPN. Datos como nuestro correo electrónico, nuestra contraseña, o los números de nuestra tarjeta de crédito, quedarán protegidos. Así será muy difícil que un ciberatacante pueda hacerse con ellos al infiltrarse en nuestra red.

Las filtraciones están fuera de nuestro control

Después de establecer las medidas de seguridad adecuadas por nuestra parte, tendemos a confiar en que Netflix o Disney+ adoptarán a su vez las suyas. Sin embargo, la ciberseguridad de estas plataformas no siempre está a la altura de las ciberamenazas, y se han producido diferentes filtraciones en el pasado que han dejado expuestos los datos de acceso de millones de usuarios. ¿Lo peor? Que no fue culpa de ellos, sino de las plataformas en sí mismas.

Por eso no es suficiente con adoptar nuestras propias medidas de ciberseguridad. Son indispensables, pero, además, deberíamos usar métodos de pago con límites de gasto muy estrictos. Solo de esta manera podemos asegurarnos de que, incluso en el caso de que se filtraran los datos de nuestra tarjeta de débito o crédito, los hackers no tendrían la opción de robarnos el dinero: sencillamente, no habría nada en la cuenta.

Reducir el número de cuentas online es una medida prudente

Las estadísticas de ciberseguridad muestran que los ciberataques aumentan cada año, y la cantidad de dinero robada con estas técnicas fraudulentas también está incrementándose. Los hackers estarán felices de atacar a cualquier persona que haya usado una tarjeta bancaria en internet para robar sus datos financieros y usarlos en su propio beneficio, así que una medida de precaución lógica consiste, simplemente, en reducir nuestras cuentas digitales.

Cuantas menos cuentas tengamos activas en la red, menor será la posibilidad de que una de ellas resulte hackeada. Esto es lo que se conoce como ‘higiene digital’. Todos tenemos cuentas que hace tiempo que no usamos, así que nos conviene eliminarlas para reducir el riesgo de hackeo. Además, siempre que sea posible deberíamos optar por no guardar los datos de nuestra tarjeta de crédito al efectuar un pago. ¡Cuántos menos datos compartamos, mejor!