INAH ha cumplido con el rescate total de vestigios en tramo 5

Según datos proporcionados por el responsable del proyecto de salvamento arqueológico del Tren Maya se prospectaron 24 mil 481 monumentos arqueológicos, de los cuales 8 mil 140 se encontraban en el trazo del tren

Con sus 111 kilómetros, divididos en una sección norte y otra sur, el tramo 5 no sólo es el más corto de los siete que conforman los más de mil 550 kilómetros de la ruta del Tren Maya. También ha sido el más polémico desde el comienzo de la construcción del que es uno de los proyectos prioritarios del actual gobierno federal.

Factores económicos, políticos y presuntamente ecológicos han sido los principales argumentos que han puesto en el ojo del huracán a ese segmento de línea férrea, que corre a lo largo del estado de Quintana Roo para unir Cancún con Tulum.

Para no ir más lejos, hace unos días un juez federal ordenó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador acatar la suspensión definitiva de la construcción del tramo 5 sur, que conecta Playa del Carmen con Tulum, al considerar que se incumplen las condiciones requeridas de la manifestación de impacto ambiental.

Al margen de esos alegatos y controversias, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reafirma que ha cumplido a cabalidad con el trabajo de salvamento arqueológico que por ley corresponde hacer, tanto en el citado tramo 5 como en los otros seis de esa nueva ruta ferroviaria.

El antropólogo Margarito Molina Rendón, director del Centro INAH Quintana Roo, entidad donde se encuentran los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya, asume que el primero de ellos ha tenido especial atención por los medios (de comunicación) dadas las características del subsuelo y el trazo del tren, pero también por la gran actividad económica que allí se genera, relacionada con el turismo.

Asegura que el instituto participó muy intensamente en el trazo del tramo 5, que fue subdividido en un segmento sur (con 67.67 kilómetros) y uno norte (de 43.57 kilómetros), desviando en algunos momentos la ruta de las vías férreas para evitar dañar algunos espacios o áreas con patrimonio arqueológico o histórico.