Una vida saludable puede prevenir el síndrome de intestino irritable

Las personas que siguen un estilo de vida saludable son menos propensas a terminar con un caso de “colitis”, afirma una investigación de la Facultad de Salud Pública y Atención Primaria del Jockey Club de la Universidad China, en Hong Kong

Las personas que siguen un estilo de vida saludable son menos propensas a terminar con un caso de síndrome del intestino irritable (SII), conocido comúnmente como “colitis”, afirma un estudio reciente.

Cuantas más conductas saludables tuviera una persona con regularidad, menor sería su riesgo de SII, reportaron los investigadores en la edición del 20 de febrero de la revista Gut. No fumar, hacer ejercicio vigoroso y dormir lo suficiente, en particular, se asociaron fuertemente con mantener a raya el SII, anotaron.

“Aunque se recomienda la modificación del estilo de vida como un medio para gestionar los síntomas del SII, no se ha prestado la debida atención a su papel potencial en la prevención de la aparición de la afección”, anotó el equipo de investigación dirigido por Vincent Chi-ho Chung, profesor asociado de la Facultad de Salud Pública y Atención Primaria del Jockey Club de la Universidad China de Hong Kong.

El síndrome del intestino irritable se caracteriza por dolor abdominal, hinchazón y movimientos intestinales anómalos, señalaron los investigadores en las notas de respaldo. Se cree que afecta hasta a 1 de cada 10 personas en todo el mundo.

Para el estudio, los investigadores se enfocaron en cinco conductas saludables: nunca fumar, dormir al menos 7 horas cada noche, un alto nivel de ejercicio vigoroso cada semana, una dieta equilibrada de alta calidad y una ingesta moderada de alcohol.

Siguieron a más de 64,000 personas que vivían en el Reino Unido para ver si estas conductas influían de alguna manera en el riesgo de SII.

Encontraron que las personas que adoptaron una de esas conductas tenían un riesgo un 21 por ciento más bajo, mientras que dos se asociaron con un riesgo un 36 por ciento más bajo, y de tres a cinco con un riesgo un 42 por ciento más bajo.

Tres conductas por sí solas también se asociaron con un menor riesgo de SII: nunca fumar (un 14 por ciento menos), altos niveles de ejercicio vigoroso (un 17 por ciento menos) y dormir bien (un 27 por ciento menos).