Inter sacó tenue ventaja ante Atlético de Madrid

Después de 78 minutos de competitividad, resistencia, liderado por un Axel Witsel imperial en defensa y superviviente sólo en ocasiones muy puntuales, una falta de entendimiento entre De Paul y Reinildo, un error fatal en el medio campo, facilitó el 1-0 de Arnautovic para el Inter y complicó al Atlético de Madrid, aferrado al Metropolitano para dar la vuelta la eliminatoria. Ahora el equipo colchonero necesita vencer en casa. Ahí ganó 27 de sus últimos 30 choques.

A eso le obliga la concesión del 1-0, que tiró por la borda todo lo anterior, cuando el 0-0 era el resultado más ajustado, al menos durante más de una hora, a la igualdad sobre el terreno, por mucho que hubiera más picos hacia arriba del Inter que del Atlético, pero tampoco demasiados.

El Atlético lo compitió de frente, de tú a tú, mucho tiempo, consciente de que habría muchos momentos para sufrir, alguno al principio, más en el tramo final del primer tiempo, aún más en el segundo, pero también para atacar y decirle a la cara al Inter que no teme a nadie, que ni San Siro, cruel desenlace de la final de 2016, lo intimida. Sí defendió mucho mejor que atacó, hasta que competió un error hoy decisivo.

El partido de Witsel fue sublime. Medio siempre, central ahora, asume un valor incalculable para el Atlético y su estructura atrás. Su lectura del juego es extraordinaria. Lo da una condición casi de omnipresencia en cada pugna hacia su área. Su colocación es perfecta. Su anticipación lo hizo ganador de la mayoría de los duelos contra los atacantes locales.

El error fatal posterior, una falta de entendimiento entre De Paul y Reinildo en un balón que era de cualquiera de los dos, pero no fue de ninguno en el medio campo, habilitó la carrera del delantero argentino. Su tiro lo repelió como pudo Oblak. El rechace lo ejecutó Arnautovic en el 1-0. Justo antes, Griezmann había sido cambiado por lesión. Más difícil aún.