Un caso único en el mundo ocurrió cuando un niño de 13 años con un tumor cerebral brindó esperanza a la comunidad científica.
Este hecho médico sin precedentes, la curación de un niño belga de un glioma en el tronco cerebral, uno de los cánceres cerebrales pediátricos más mortales, ha generado un optimismo para la cura de esta enfermedad.
Este caso, único en el mundo, brinda esperanza no solo a quienes padecen esta enfermedad, sino también al campo de la oncología pediátrica.
A pesar de que la tasa de supervivencia a cinco años para los cánceres infantiles es del 85 %, ciertos tumores, como el glioma de tronco encefálico, presentan pronósticos desalentadores debido a su naturaleza inoperable y la falta de tratamientos totalmente efectivos.
Lucas, un niño belga de 13 años, desafió todas las probabilidades al ser considerado curado de un glioma en el tronco cerebral, un diagnóstico recibido cuando tenía 6 años.
Su historia es excepcional, ya que este tipo de cáncer, conocido por su rápida progresión y desenlace fatal en general entre 9 y 12 meses después de su detección, se considera prácticamente incurable.
Sin embargo, Lucas superó todas las expectativas, su cerebro ya no muestra señales del tumor.
Jacques Grill, el médico a cargo y líder del programa sobre tumores cerebrales en el centro Gustave-Roussy, ha destacado la extraordinaria respuesta de Lucas a un tratamiento en fase de ensayo clínico, marcando un hito en la historia de la medicina pediátrica.
