Hacia la cura de enfermedades autoinmunes

(Nature 2024; 625: 646-48)

Desde hace décadas se intenta ganar la carrera y vencer a las enfermedades autoinmunes.

En ellas, hay tolerancia central y periférica, con antígenos celulares y tisulares reconocidos y atacados por el sistema inmune. Como ejemplo de lo anterior, destaca el ataque del sistema inmune a la mielina en la esclerosis múltiple y hacia algunas líneas intestinales en la enfermedad celiaca.

Diversos científicos han tratado de vencer lo anterior a través de desactivación de células inmunes con respuesta inmune contra diversos antígenos a través del fenómeno de diseminación de epítopes; uno de los potenciales mecanismos por nanopartículas con la participación de células presentadoras de antígenos, con células reguladoras modificantes de la interacción celular con linfocitos T, para establecer reversión de tolerancia inmune. Tal eventualidad puede alcanzarse a través de receptores de antígenos quiméricos (CAR) que se unen y eliminan a células CD19 (linfocitos B), lo que ha arrojado resultados espectaculares en 8 pacientes con lupus, 4 con esclerosis sistémica (esclerodermia) y 3 con miopatías inmunes, motivo por lo que esta terapia se ha extendido a otras enfermedades con fondo autoinmune como pénfigo (dermatopatía grave) y miastenia gravis (padecimiento de placa neuromuscular que condiciona debilidad extrema).

Depresión en la vida temprana, media y tardía en daneses.
(Elser H et al. JAMA Neurol doi: 10.1001/jamaneurol.2023.2309)

En estudio Nacional realizado entre abril de 2020 a marzo de 2023, se aceptaron participantes de cohorte seguida de 1977 a 2018 y se evaluaron riesgos para depresión que incluyeron educación, ingresos económicos y enfermedades como: cardiovasculares, pulmonares, diabetes, ansiedad, estrés, uso de substancias y bipolaridad.

De 246, 499 individuos diagnosticados con depresión, con edad de 50.8 años, con 159, 421 mujeres, también se incluyó a grupo sin depresión de 1, 190, 302 individuos de 50.4 años y 768, 876 mujeres.
En dos tercios (67.7%) de las personas con depresión, este diagnóstico se realizó antes de los 60 años. El riesgo de demencia en este grupo fue de 2.41 veces (240%) más que aquellos sin depresión, particularmente para hombres (mayor riesgo: 2.98 veces) que para mujeres (2.21 veces), asociación que ocurrió tanto en jóvenes, en adultos y adultos mayores.

En resumen, el riesgo de demencia fue más del doble en las personas con depresión comparativamente con el grupo sin depresión, independientemente de la presentación de depresión temprana (jóvenes), adultos y adultos de mayor edad.

Mitos del ejercicio
(Friedman D. New York Times)

El ejercicio puede ser una auténtica droga milagrosa. Pero el ejercicio realizado mal, conlleva a lesiones, hecho que puede basarse en las “anécdotas y saberes del gimnasio”, opiniones que se difunden entre el público, se arraigan y son difíciles de cambiar.

Mito 1: estiramientos previo al ejercicio; investigaciones recientes enfatizan que puede ser ineficaz para prevenir lesiones y hasta contraproducente, ya que estirar un músculo durante más de 90 segundos disminuye su fuerza de manera momentánea. Lo anterior, debe de tenerse en mente y no mantener el estiramiento durante mucho tiempo. También es deseable el calentamiento dinámico, con ejercicios activos fluyan la sangre y tensen los músculos un poco.

Mito 2: levantar mucho peso para hacer músculo; importante cuerpo de investigación, ahora muestra que el levantamiento de pesas relativamente ligeras en, digamos, 30 repeticiones es tan eficaz para generar músculo y fuerza como el levantamiento de pesas más pesadas en cinco a 12 repeticiones. Jacob Sellon, médico especialista en medicina deportiva de la Clínica Mayo menciona que “En realidad, hace falta mucho esfuerzo” para tener adecuada masa muscular.

Mito 3: correr lastima tus rodillas; incluso se sugiere que el correr puede proteger nuestras rodillas contra la osteoartritis. De hecho, no moverse aumenta el riesgo de desarrollar osteoartritis, junto a la edad, el peso y la genética.

Mito 4: caminar es suficiente para mantenerte en buena condición a medida que envejeces; el caminar no basta para mantenerse en forma con la edad, afirmó Anne Brady, profesora asociada de Ciencias del ejercicio en la Universidad de Carolina del Norte-Greensboro. A partir de los 30 años, la masa muscular disminuye progresivamente, por lo que también hay que centrarse en el entrenamiento de fuerza.

Mito 5: las modificaciones son para principiantes; nuestros cuerpos necesitan cosas distintas cada día y modificar los ejercicios nos ayuda a trabajar la postura y la conexión mente-cuerpo.

Mito 6: los corredores y ciclistas no necesitan entrenamiento de resistencia para la parte inferior del cuerpo; los que corren o montan en bicicleta, también necesitan hacer entrenamiento de resistencia para la parte inferior del cuerpo. Un régimen de entrenamiento de fuerza que incluya sentadillas, zancadas, puentes de glúteos y puntas puede mejorar la densidad ósea y reducir el riesgo de lesiones, además de convertirse en corredor o ciclista más fuerte.

Mito 7: necesidad de caminar 10, 000 pasos diarios para estar sano, mito que se remonta a la década de 1960, cuando un fabricante japonés de relojes produjo en serie un podómetro cuyo nombre se traducía como “medidor de 10,000 pasos”, sin bases científicas para recomendar los pasos mencionados. Investigaciones más recientes sugieren que los beneficios a la salud de caminar parecen estabilizarse en los 7500 pasos e incluso el realizar 4000 pasos, aumenta la supervivencia y disminuye el riesgo de morir.

Mito 8: tomar baños helados después de un entrenamiento fuerte mejora la recuperación; la sumersión en tina helada después de cada entrenamiento, podría retrasar o detener el proceso de reparación. Hay evidencia de que el sauna y vapor, suelen ser tanto o más beneficiosos.