Consejos para un divorcio sano

Reconoce y acepta la situación

Lo primero que debes hacer es aceptar que la separación es definitiva. Lo más recomendable es tomar la distancia necesaria y aprender a estar sin el otro. Si existen desacuerdos en cuanto a la ruptura, es importante respetar y renunciar a las manipulaciones o amenazas.

Piensa y decide con calma para un divorcio sano

Durante la separación se deben determinar asuntos importantes que influirán en el bienestar de ambas partes y de los hijos. No obstante, los numerosos sentimientos que se experimentan en el proceso suelen interferir de forma negativa.

Revisa y organiza tus finanzas

Del consejo anterior se desprende éste, ya que uno de los asuntos que se deben abordar en la separación son las finanzas. A partir de la ruptura es importante que chequees tus ingresos personales, tomes en cuenta los gastos que te corresponden de ahora en adelante y apuntes a tu propia estabilidad económica y la de tus hijos.

Habla claro con tus hijos para que ellos también vivan un divorcio sano

Otro de los consejos para un divorcio sano es la buena comunicación con los hijos. En primer lugar, deben saber que sus padres van a separarse definitivamente y conocer las realidades que esto conlleva, como la nueva organización familiar.

Busca manejar las emociones de manera inteligente

Las diversas emociones y sentimientos deben manejarse de la mejor manera posible. De no ser así, se corre el riesgo de perpetuar el propio malestar y el de los hijos.

Otros aspectos que se deben considerar durante un proceso de divorcio

Estos otros consejos que te acercamos para un divorcio sano son importantes y no deben descuidarse, a pesar de los sentimientos que pudiesen nublar el juicio:

Evita desvalorizar a tu ex pareja o hablar mal frente a tus hijos: esto es un error muy común que afecta a muchas familias en proceso de divorcio. Hay que ser conscientes de que los más perjudicados son los niños.

Espera que los hijos se adapten a la ruptura marital antes de introducir una nueva pareja: hay que permitir que los niños elaboren y superen la separación. Incluir una nueva pareja a la dinámica familiar demasiado pronto puede ser perjudicial.