Faltan algunas semanas para la Navidad en México, y apenas unos días después de las celebraciones del Día de Muertos o del Halloween para algunos, es hora de sacar los adornos de las fiestas de fin de año.
La instalación de luces y árboles navideños es un pretexto para que las familias se reúnan, pero si hay una costumbre, aunque ya menos popular, es la del acomodo de un nacimiento, sobre todo dentro de la tradición católica.
El origen del nacimiento, también llamado pesebre o Belén, se remonta al siglo V d.C., ya que señalan que el Papa San Sixto III celebraba la Navidad con representaciones del nacimiento de Cristo en una gruta o portal similar a la de Belén que él mismo mandó construir en una iglesia. También se dice que el creador de estas representaciones en miniatura es san Francisco de Asís, quien decidió recrear el momento de la llegada al mundo de Jesús.
Con los años, este hecho se volvió tendencia en países de Europa como España, Italia y Francia.
La tradición llegó a México con la conquista, se añadieron elementos indígenas y mestizos, y se extendió por todo el país.
El nacimiento, según el calendario católico, el 8 de diciembre, día que coincide con la «Inmaculada Concepción».
En el nacimiento jamás deben faltar las imágenes de María, José y Jesús. Actualmente, los mexicanos agregan elementos como animales, pastores, y elementos del medio ambiente como árboles, estanques, y demás.
