El teorema de Pitágoras es fundamental para la geometría. Llamada así por el antiguo filósofo y matemático griego Pitágoras, la ecuación simple (c^2 = a^2 + b^2, donde c es la hipotenusa) ayuda a determinar el valor faltante de un triángulo rectángulo cuando conoces los otros dos lados. Su aplicación ha sido vital para esfuerzos técnicos como la ingeniería y el diseño durante miles de años.
Sin embargo, a pesar del nombre del teorema, la relación numérica de los lados de un triángulo se conocía mucho antes de que Pitágoras naciera alrededor del año 570 a.C.
Las antiguas tablillas de arcilla sugieren que los antiguos babilonios conocían esta relación ya en el año 2000 a.C.
La tablilla de arriba es una tablilla de arcilla descubierta en Irak y cubierta de escritura cuneiforme. Data de algún momento entre el 2000 y el 1500 a.C.
Probablemente se usó como una herramienta de enseñanza, porque describe cómo se puede usar el teorema «pitagórico» para encontrar la longitud de la diagonal de un rectángulo. (Pista: Un rectángulo son dos triángulos rectángulos de igual lado unidos en la diagonal del rectángulo, que también son las hipotenusas de los triángulos).
Este texto antiguo no es la única evidencia de que los babilonios usaban esta ecuación. Los dibujos en otras tablillas representan triángulos que se parecen asombrosamente a las demostraciones del teorema (ver más abajo).
Entonces, ¿por qué Pitágoras se lleva todo el crédito, cuando los babilonios y probablemente los antiguos egipcios e indios conocían la relación entre los lados de un triángulo rectángulo? Es posible que la fuerte influencia de la escuela pitagórica, discípulos del propio hombre que transmitió sus enseñanzas, haya influido en esto.
También es cierto que gran parte de los estudios históricos antiguos han sido profundamente eurocéntricos. Sin embargo, siempre es importante recordar las antiguas tradiciones matemáticas de las culturas no europeas y el intercambio de ideas que se produjo a lo largo de los milenios.
