El aire que respiramos

  • La OMS señala que casi toda la población mundial respira aire que supera los límites de calidad recomendados y pone en peligro su salud

Se han preguntado cuando salen del trabajo, o cuando va a dejar a sus hijos a la escuela, ¿Por qué se ve una capa blanca o negra sobre el cielo de la ciudad? ¿Eso afectará a mis hijos?, ¿Qué será?, la respuesta es sencilla, eso es contaminación y si, afecta la salud de todos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que casi toda la población mundial respira aire que supera los límites de calidad recomendados y pone en peligro su salud. Mientras que la emergencia climática, la crisis mundial de la biodiversidad y el COVID-19 son el centro de atención, el impacto que la contaminación y sustancias peligrosas causan a la salud, los derechos humanos y la integridad de los ecosistemas no son temas prioritarios en las agendas públicas, no obstante, para dar una idea del problema, las Naciones Unidas menciona que estos dos factores causaron al menos 9 millones de muertes prematuras, es decir el doble de muertes causadas por la pandemia en sus primeros 18 meses.

Así, una de cada seis muertes en el mundo está relacionada con enfermedades causadas por la contaminación, una cifra que triplica la suma de las muertes por SIDA, malaria, tuberculosis y multiplica por 15 las muertes ocasionadas por las guerras, los asesinatos y otras formas de violencia.

La contaminación atmosférica es el mayor contribuyente ambiental a las muertes prematuras, provocando 2 millones cada año; además, la evidencia sobre el daño que provocan los contaminantes atmosféricos a niveles bajos, son indiscutibles. Algunos ejemplos son enfermedades como el cáncer, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, enfermedades respiratorias, efectos adversos en el sistema inmunológico, endocrino, reproductivo, anomalías congénitas y secuelas en el desarrollo neurológico de por vida.

La OMS, ha solicitado intensificar medidas a los gobiernos para mejorar la calidad de aire, entre las que destacan son la aplicación de las normativas sobre límites máximos permisibles de acuerdo con sus directrices, transición a energías limpias, control de emisiones en industrias y automóviles, mejorar sistemas de transporte y monitorear la calidad del aire e identificar sus fuentes de contaminación.

En esta última, de los 117 países que monitorean la calidad del aire, en el 17% de las ciudades de los países de ingresos altos está por debajo de los umbrales establecidos en las directrices de la OMS sobre la calidad del aire para el material particulado menor a 2.5 (PM 2.5) y 10 (PM 10) micrómetros y en los países de ingresos bajos y medios, menos del 1% de las ciudades tienen una calidad del aire que se ajusta a los umbrales recomendados por la OMS. Así, es necesario mejorar la vigilancia, debido a que los habitantes de los países de ingresos bajos y medios son los más expuestos a la contaminación del aire y también son los menos cubiertos en cuanto a medición de la calidad del aire.

El Sistema Nacional de Información de la Calidad de Aire (SINAICA) de la SEMARNAT, es el encargado de registrar las concentraciones horarias de los contaminantes criterio de las 242 estaciones de monitoreo distribuidas en 103 ciudades de 30 estados del país, este instrumento ofrece datos de series históricas y en tiempo real para su descarga y análisis.

No obstante, el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire ha señalado 6 desafíos para la mejora y maduración de las redes de monitoreo atmosférico de este organismo, que incluye la cobertura, representatividad, confiabilidad de datos, robustez, operación y mantenimiento de estaciones y uso discrecional de la información.

La ciudad de San Luis Potosí ejemplifica estas deficiencias, existen solo 4 estaciones de monitoreo atmosférico, las cuales operan intermitentemente desde el 2006. Esto en una ciudad de más de 1 millón de habitantes en zona conurbada con el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, con múltiples fuentes de contaminantes, como las ladrilleras, zona industrial y alto tráfico vehicular.

Ante este escenario urge establecer medidas para el monitoreo atmosférico en la ciudad de SLP, que sea confiables, económicas y de fácil acceso a las autoridades y población, que permita presentar informes en tiempo real para proteger a las personas vulnerables.

No obstante, uno de los principales obstáculos son los altos costos, por ejemplo, tan solo una estación de monitoreo que evalúe todos los contaminantes criterio cuesta más de 2 millones de pesos.

Es primordial generar un sistema de alerta temprana ante niveles altos de contaminación atmosférica que sea de libre acceso para la población abierta, particularmente la vulnerable y que las autoridades de salud, ambiente y educación tengan herramientas para la protección de la salud.

Así, la aplicación de tecnologías innovadoras como los sensores químicos, las aplicaciones de teléfonos móviles y el internet de las cosas, podrían representar un sistema práctico y económico que puede implementarse en sitios donde concentran a personas vulnerables, por ejemplo, las escuelas y hospitales, donde tendrá que gestionar acciones de mitigación en caso de existir niveles alarmantes.