Cómo detectar la baja autoestima en 5 pasos: Autoestima no es, en absoluto, “creerse la mejor persona del mundo” y aún menos verse a uno mismo como “lo peor”. Lo primero es reflejo de un orgullo algo ciego, y lo segundo el claro ejemplo de una baja autoestima.
Baja autoestima: tengo miedo a equivocarme: De niños, buscamos el apoyo de nuestros padres y maestros para hacer algo. “Si me equivoco, al menos, estará el adulto para ayudarme” pensamos.Ahora bien, llegamos a la edad adulta y aún seguimos teniendo miedo a los errores, a los fallos o a equivocarnos, y pensamos, además, que no estamos lo bastante capacitados para hacer esto y lo otro.
- Irritabilidad como signo de baja autoestima: El mal humor, la apatía, estar siempre irritados por cada cosa que ocurre o que no ocurre puede ser reflejo de una baja autoestima e incluso de una depresión.
- Baja autoestima y deseo de complacer: En nuestro espacio te hemos hablado en numerosas ocasiones del riesgo que entraña esa necesidad constante por gustar a todos, por complacer a cada persona que nos rodea.
- Cargar con el “peso del mundo”: autoculpabilidad: Hay épocas en que cada cosa que ocurre a nuestro alrededor parece que sea culpa nuestra. Cuando nuestro hijo va mal en el cole pensamos que, tal vez, no le estamos ayudando demasiado.
- Falta de ilusiones en una baja autoestima: No importa que tengamos 8 u 80 años. Las personas siempre tenemos algún proyecto, alguna ambición e innumerables ilusiones que dan luz y color a nuestra vida.
Busca nuevas pasiones para vencer la baja autoestima. Apúntate a algún curso, cambia de escenarios y, sobre todo, de gente. El hacer nuevas amistades es a veces la mejor medicina para el corazón.