Origanum vulgare es el nombre técnico del condimento conocido orégano. Protagonista de pizzas y salsas, se trata de una hierba típica de la dieta mediterránea, pero al parecer sus usos se extienden más allá de la cocina.
Es que el orégano destaca entre todas las especias del mundo por tener grandes propiedades y beneficios, por lo que durante siglos se lo utilizó, además de como condimento, como remedio natural.
Lo más común es dejar secar sus hojas, para después utilizarla como ingrediente de diferentes recetas, aceites e infusiones.
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Cuáles son los beneficios para la salud del té de orégano
El orégano posee vitaminas A, C, E y K, junto con fibra, folato, hierro, magnesio, vitamina B6, calcio y potasio. También, al orégano, en ocasiones denominado “mejorana”, se le atribuyen poderosos compuestos fitoquímicos con posibles ventajas para la salud.
Según la fitoterapia, la planta del orégano posee flavonoides, taninos, ácidos fenólicos, aceite esencial (carvacrol, timol, origaneno).
Por todo ello, si se lo sabe utilizar, es sencillo beneficiarse de sus propiedades medicinales.
Preparado en té, el orégano es bueno para el sistema digestivo.
En la medicina natural austriaca se utiliza la infusión del orégano para el tratamiento de trastornos en el tracto gastrointestinal.
Además, se puede utilizar para tratar catarros y dolores de garganta. Es una planta medicinal muy beneficiosa para afecciones del aparato respiratorio debido a su efecto antiinflamatorio, analgésico y antiséptico.
Precisamente sus propiedades antiinflamatorias, las cuales se deben a un ingrediente activo en el orégano, conocido como beta-cariofilina (E-BCP), pueden ser beneficiosas contra trastornos como la osteoporosis y la arteriosclerosis.
Y también demostró tener efectos calmantes, que lo vuelven una opción para calmar dolores menstruales y molestias musculares.
Paso a paso, cómo preparar infusión de orégano
Como toda infusión, si bien no requiere de mucha ciencia, hay algunos pasos que deben tenerse en cuenta.
A saber:
- Poner a hervir un litro de agua y añadir un puñado (dos cucharadas) de hojas de orégano limpias, que podrán estar secas o frescas.
- Una vez que el agua rompe el hervor, dejar hervir durante tres minutos, retirar del fuego, y dejar reposar cinco minutos.
- Colar las hojas y servir. Puede endulzarse con lo que habitualmente la persona consuma, o bien beberse amargo.
Otras infusiones de hierbas secas
La herbolaria o fitoterapia existe desde hace miles de años, incluso antes de la aparición de la agricultura; incluso hay evidencia en hallazgos arqueológicos, del uso de plantas con fines curativos.
- Hinojo. Una infusión suave de esta hierba mitiga los problemas digestivos. Además por su acción descongestionante, es usada en casos de tos o enfermedades pulmonares.
- Manzanilla. Es uno de os tés e infusiones herbales más usados contra el malestar gastrointestinal. Tiene efectos antiinflamatorios, antibacterianos y antimicóticos. Aplicada de forma tópica, es muy eficaz contra las irritaciones oculares.
- Menta. Es muy rica en vitamina C y carotenos (precursores de la vitamina A). También contiene minerales como hierro, potasio y calcio. Se utiliza para aliviar digestiones pesadas y se considera un buen antiséptico.
- Romero. Favorece la circulación sanguínea, además de tener un efecto calmante sobre el sistema nervioso. Ayuda contra el estrés y las contracturas.
- Salvia. Posee potentes efectos antiinflamatorios y antisépticos (desinfectantes). Ayuda a mitigar calambres musculares y a reducir la sudoración excesiva. Es muy útil para tratar infecciones bucales y problemas del sistema digestivo.
- Tilo. Con la flor del tilo se prepara uno de los tés herbales más conocidos para combatir los nervios y el estrés. Se toma también para mitigar cólicos y dolores menstruales.
- Valeriana. Es muy popular porque ayuda a conciliar el sueño, debido a su efecto relajante sobre el sistema nervioso.