El Servicio Federal de Rusia abrió una causa penal contra el líder del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, por incitar a la rebelión armada después de que acusara al Ministerio de Defensa de atacar campos de entrenamiento del grupo paramilitar y el ejército ruso negó el viernes haber bombardeado bases de la milicia rusa.
“Las acusaciones difundidas en nombre de Yevgeny Prigozhin no tienen fundamento. En relación con estas declaraciones, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia ha abierto un caso penal por el hecho de llamar a una rebelión armada”, informó el Comité Nacional Antiterrorista, según ha recogido la agencia de noticias rusa TASS.
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El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que el presidente ruso, Vladimir Putin, está al tanto de la situación en torno a Prigozhin, sin ofrecer más detalles al respecto, ha recogido la agencia de noticias Interfax.
Anteriormente, un canal de Telegram de la organización de mercenarios ha denunciado que se había lanzado “un ataque con misiles contra campos de entrenamiento de Wagner” y que había dejado “muchas víctimas”. “El golpe ha sido asestado (…) por militares del Ministerio de Defensa ruso”, destaca el mensaje.
“El presidente Putin está al tanto de todos los hechos relacionados con (Yevgueni) Prigozhin. Se están tomando las medidas necesarias”, precisó, poco antes de que los servicios de seguridad (FBS) anunciaran la apertura de una investigación contra el jefe de Wagner por “llamamiento al motín armado”.
Además, el Grupo Wagner advirtió en dicho mensaje de que cuenta con hasta 25 mil paramilitares en sus filas y que van a “averiguar por qué está pasando este caos”, el cual aseguran “es verdad”. “Debemos poner fin a esta desgracia”, ha añadido la organización, que además ha prometido “detener” el ministro de Defensa, Sergei Shoigu.