¡Sacrilegio en Iglesia católica!

  • Los hampones ya no respetan; se llevaron el Sagrario
  • Arzobispo  anuncio Decreto de Excomunión Automática

La capilla de San Juan de las Flores, perteneciente a la Parroquia de María Auxiliadora, en la colonia Tercera Chica fue objeto de un sacrilegio, ya que se sustrajo el Sagrario con las Especies Eucarísticas.

El arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, emitió un comunicado en el que promulga un Decreto de Excomunión automática contra los responsables de esta profanación.

Es la segunda vez, en menos de un mes, que se ha cometido un sacrilegio en contra de la Iglesia católica en San Luis Potosí. Esta vez, la Parroquia de María Auxiliadora, fue el escenario de un robo en el que se sustrajo el Sagrario que contenía las Especies Eucarísticas.

A través de un comunicado difundido en redes sociales, el arzobispo, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, anunció un Decreto de Excomunión automática lataesententiae (Una pena lataesententiae es una pena que se inflige ipso facto, automáticamente, por la fuerza de la ley misma, en el mismo momento en que se contraviene una ley) para aquellos que sean identificados como los autores de esta profanación.

Este decreto es una sanción eclesiástica grave que se aplica de forma automática a quienes cometen actos tan graves como la profanación de elementos sagrados.

Según el comunicado, el robo ocurrió el pasado 15 de mayo por la tarde.

Este delito se considera de los más graves dentro del marco del canon 1367 del código de Derecho Canónico, que establece las sanciones de la Iglesia.

En respuesta a este acto, se informó que se recogerá la Sagrada Reserva de todas las Capillas en la Parroquia de María Auxiliadora, y se anunció el cierre temporal de la capilla de San Juan de las Flores.

Esto se mantendrá hasta que se realice el «desagravio y la expiación», es decir, hasta que se sustituya lo robado y se apliquen sanciones a los responsables. No se especifica si se hará referencia a las leyes civiles o a las leyes eclesiásticas.

En el comunicado, el arzobispo insta a la comunidad de feligreses a llevar a cabo «actos de desagravio y expiación» en los distintos templos parroquiales.

Estos actos tienen como objetivo pedir al Señor la conversión de los responsables y ofrecer oraciones, sacrificios y actos de culto como reparación por la ofensa cometida a la Presencia Real de Nuestro Señor Jesucristo.