Tipos de zonas erógenas en la pareja

Los sexólogos diferencian entre zonas erógenas primarias y secundarias.

Los sexólogos diferencian entre zonas erógenas primarias y secundarias. Las primarias hacen referencia a los genitales externos y, como comenta Navarro, suelen conocerse como las zonas erógenas por excelencia.

Esto es así, por un lado, porque es ahí donde concentran la mayoría de las terminaciones nerviosas tradicionalmente asociadas al placer sexual. Aunque, por otro lado, también suelen tener esa consideración, según argumenta la sexóloga, debido a la sexualidad tradicional imperante durante muchos años, enfocada en los genitales y en la penetración.

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La zona erógena primaria de una mujer sería la vulva y, dentro de esta, habría que hacer una mención especial al clítoris: el único órgano humano que, según recuerda Navarro, está diseñado exclusivamente para el placer.

Aunque sus 8.000 terminaciones nerviosas están detrás del disfrute sexual que aporta el clítoris, tampoco se pueden olvidar, tal como aconseja la experta de Diversual, otras zonas como los labios, el monte de Venus o la abertura vaginal.

Respecto al hombre, las zonas erógenas primarias se concentrarían en el pene y en los testículos. Sin embargo, también cabría destacar la función del perineo, un punto anatómico en el que confluyen muchas terminaciones nerviosas que pueden proporcionar placer si se les presta atención.

Si cuando hablamos de zonas primarias nos referimos a los genitales masculinos y femeninos, al hacer referencia a las zonas erógenas secundarias podría decirse que el resto del cuerpo es potencialmente una zona erógena. «Cualquier punto de nuestra piel y órganos externos tiene la capacidad de provocarnos un estado de alta excitación. Eso sí, esta potencialidad requiere una estimulación adaptada a cada persona.

Lo que para unos puede ser muy placentero, para otra persona puede no serlo e incluso resultar desagradable», matiza la sexóloga.

El placer no tiene género
Aunque a menudo se hace una diferenciación entre las zonas erógenas características en hombres o en mujeres, la realidad es que hay más zonas comunes que diferentes.