¿Para qué sirvió la guerra de Calderón?

Segunda y última parte

Contra esto, ¿para qué sirvió la guerra de Calderón? En realidad, para favorecer el negocio de los fabricantes de armas norteamericanos, ya que esa guerra incrementó la necesidad de los cárteles de disponer de más y mejor armamento para enfrentar al ejército. ¿Y los “abrazos no balazos” junto con las tarjetitas del bienestar y las becas Benito Juárez de AMLO?

“Para investigadores como Edgardo Buscaglia (…) el problema del narcotráfico en México es exponencialmente mayor que el que vivió (Colombia) durante la época de Los Extraditables y Pablo Escobar, ya que se transformó en una «mafiocracia» que funge como un Estado paralelo al Gobierno mexicano”. “…la «mafiocracia» mexicana «es una telaraña criminológica más compleja que la colombiana», pues «ha diversificado a delitos complejos mucho más graves que el simple tráfico de drogas»”· Para este investigador “…políticos, narcotraficantes y empresarios viven en un «pacto de impunidad mafioso» que impide el verdadero combate a la corrupción, la auditoría a partidos políticos y la investigación a fondo de redes de lavado de dinero que operan fuera del sistema bancario (como lo son las propias farmacéuticas o la industria joyera)”.

“«López Obrador… subió al poder anunciando que iba a aplicar una amnistía anticipada a los políticos involucrados en delitos, ahora lo tradujo en abrazos no balazos. Lo cierto es que la corrupción al más alto nivel en México no se combate»”.

“En este contexto, el presidente mexicano en turno se vuelve «gerente operativo de la mafiocracia mexicana…»” “«México ha vivido en un show de simulación de combate a la delincuencia organizada, en gran parte estimulado por Estados Unidos, que pretendía descabezar a las organizaciones criminales».

Esta simulación llega a niveles en los que se organizan «operativos que nacen muertos», es decir, con pocos militares y pocas armas que, en poco tiempo, se ven superados por las fuerzas de las organizaciones criminales”. Ejemplo, la captura y posterior liberación del hijo del “Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán, en febrero de 2019, (todas las citas son de Mariano Yberry, SPUTNIK, 6 de agosto de 2022).

Así las cosas, si volvemos la mirada al origen del problema, al momento en que se convirtió en un gran negocio, la solución queda a la vista: hay que suspender la decisión de Estado de declarar ilícito el tráfico y consumo de drogas, que solo vuelve más atractivo el negocio. Como dijo el actual presidente de Colombia: hay que sacar el consumo de drogas del terreno militar y judicial y llevarlo al terreno de la salud pública.

¿Por qué nadie se atreve a hacerlo? Porque sabe que chocaría de frente con los intereses de la mafia norteamericana y eso significaría, tal vez, el bloqueo o la invasión. La lucha contra el narcotráfico está indisolublemente ligada, por eso, a la lucha antimperialista por la liberación de los pueblos del tercer mundo. Mientras tanto, queda aplicar rigurosamente el Estado de Derecho que AMLO ha sustituido por la simpleza de los abrazos en lugar de los balazos. Y así nos está yendo. Es hora de reaccionar.