Fotógrafo muestra el lado más digno de animales salvajes a través de sus retratos

El fotógrafo Brad Wilson toma espectaculares retratos de animales salvajes en su estudio.

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Impulsado por la idea de un “encuentro auténtico”, el fotógrafo Brad Wilson lleva casi una década fotografiando animales. Wilson trabaja con zoológicos y santuarios de vida salvaje para llevar a las criaturas a su estudio y, colocándolas sobre un fondo negro, captura retratos impresionantes. Ahora reúne sus mejores trabajos en un nuevo libro titulado The Other World: Animal Portraits.

Cuando Wilson lleva a estos animales vivos a su estudio, les permite comportarse como lo harían naturalmente. Es en este entorno donde se produce la magia. De hecho, Wilson describe su trabajo como “meditaciones en medio del caos organizado –mucha actividad humana y movimiento animal– con poco control real”.

De hecho, calcula que pasa el 99% de su tiempo observando y solo el 1% pulsando el disparador. Es aquí donde brilla su experiencia, ya que Wilson es capaz de reconocer los momentos fugaces que merecen una fotografía. Gracias a esta habilidad, capta el alma de cada animal.

Y al utilizar un telón de fondo liso, Wilson ha decidido retratar a los animales de la misma forma que lo haría con cualquier ser humano.

“Retratar a criaturas salvajes de esta manera cuestiona la naturaleza subyacente de la identidad: lo que significa ser humano y lo que significa ser animal”, comparte.

“La imagen resultante ofrece al espectador una poderosa sensación de intimidad y encuentro auténtico, una experiencia que normalmente no es posible en la naturaleza, o incluso en entornos de cautiverio”. Con su nuevo libro, Wilson espera que la gente descubra la complejidad real de los animales.

“Espero que el libro sea un digno testimonio de nuestros parientes salvajes, una especie de puente que nos recuerde que no estamos solos, que no estamos separados; formamos parte de una diversidad de vida profundamente interconectada.

En la mirada de cada animal, vemos una parte de nosotros mismos y vislumbramos fugazmente otro mundo, un mundo que una vez habitamos plenamente”.