México, un país diabético

La prevalencia de esta enfermedad en la población mexicana es de 10 a 15 por ciento

Jalil Chalita

La otra epidemia que vivimos como país se llama diabetes. La prevalencia de esta enfermedad en la población mexicana es de 10 a 15 por ciento, que se traduce en una población de 13 a 19 millones de mexicanos con dicha enfermedad, de los cuales alrededor de 50 por ciento desconoce que la padece. De la población con diabetes, solamente 25 por ciento de ellos está controlado, lo cual significa que 75 por ciento de estos pacientes tendrá complicaciones.

Esa falta de diagnóstico para 50 por ciento de la población con diabetes se traduce necesariamente en la falta de atención, tratamiento y el deterioro de órganos. Y es que las consecuencias de la falta de atención a este padecimiento son innumerables, pero van desde el riesgo de sufrir complicaciones graves hasta insuficiencia renal, accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, pérdida de visión oceguera, hipertensión y dolor y daño a los nervios, entre otros más.
Por si fuera poco, “cada 30 segundos se pierde por amputación una extremidad inferior o parte de ella, como consecuencia de la diabetes, de ahí la importancia de la atención oportuna del pie diabético en el momento que aparezca una lesión y no esperar que se cure por sí sola, sino acudir con el profesional de la salud y recibir tratamiento”, advirtió en conferencia de prensa el doctor Josafat Camacho, presidente médico de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD).

Se estima que la población que vive con diabetes en México en este 2022 representa un aumento significativo de 10 por ciento en los últimos dos años. A este dato hay que sumar otros 11 millones de adultos que viven en el país con la condición de intolerancia a la glucosa (ATG), que es el paso previo al desarrollo de diabetes tipo 2.

Las razones de esta alta prevalencia de diabetes en el país son muchas, como es el sedentarismo y una pésima alimentación, basada en alto contenido de sodio, azúcares y grasas trans, además de baja ingesta de frutas y verduras.
Aunado a ello, somos el país número uno en consumo de refrescos. En México se consumen alrededor de seis litros diarios de refresco por persona y hay que considerar que una botella de refresco de 250 ml tiene de seis a ocho cucharadas de azúcar.

Al respecto, la doctora Adriana Vega, médica internista y diabetóloga, advierte que mientras no se hagan esfuerzos que tengan impacto en la educación, más allá de solo campañas de concienciación, no se verán resultados en cuanto a la disminución de la prevalencia de diabetes en México. Muchos quisieran, dice la médica tapatía, tener una pastilla mágica para curar la diabetes, pero eso no existe. Es una enfermedad que no tiene cura, pero puede tratarse y controlarse. Los cambios importantes se logran cuando hay un cambio en el estilo de vida, cuando el paciente se hace responsable de sí mismo, aprende a nutrirse, a hacer las comidas en forma y en horarios fijos, a hidratarse, asiste de manera regular con el médico, y claro, toma el tratamiento.

También, sin duda, la epidemia de diabetes que hay en México, asociada sin duda al sobrepeso y obesidad, es una carga económica muy grande para el sector salud, de alrededor de 20 mil millones de dólares, por lo cual nuestro país está entre los 10 países con mayor gasto para esta enfermedad y sus complicaciones.

Para la doctora Vega, este problema de la diabesidad -obesidad con diabetes- ya rebasó a las instituciones de salud en México, “así que no nos queda más que irnos hacia la prevención, porque no hay manera de que un sistema de salud soporte tantas complicaciones, como la insuficiencia renal crónica, que se lleva una gran cantidad de recursos anualmente y además la calidad de vida que tiene un paciente con insuficiencia renal crónica es francamente triste”.