(Hahn J et al. BMJ 2022; 376:e066452)
Primera parte
Las enfermedades autoinmunes se caracterizan por respuesta inflamatoria a células, proteínas o tejidos de la misma persona, a través de células inmunes o anticuerpos, hecho que conlleva a menor calidad de vida y en ocasiones a acortamiento de la supervivencia.
La vitamina D y los ácidos grasos omega de cadena larga, regulan genes implicados en el proceso inflamatorio y respuesta inmune.
En modelos animales la vitamina D evita progresión de enfermedad y hay informes en humanos en que estas modalidades terapéuticas mejoran desenlaces en lupus eritematoso, artritis reumatoide y psoriasis.
Los autores evalúan vitamina D (2,000 UI/día) y omega 3 (1000 mg/d), en estudio doble ciego, controlado a 5.3 años, con 25871 participantes (12,786 hombres >50 años y 13,085 mujeres >55 a); tenían edad promedio de 67.1 años.
Hubo hasta 37% menos enfermedades autoinmunes con el tratamiento; omega 3 de manera aislada se asoció a reducción de 15%. La artritis reumatoide se presentó 40% menos con el tratamiento.
Con el manejo mencionado hay modificaciones de la respuesta inmune celular (linfocitos T y B) así como substancias pro-inflamatorias como citocinas, que incluyen al factor de necrosis tisular, interleucinas 1 y 6.
Migraña
(Ferrari MD et al. Nature Rev Disease Primers, 2022)
La cefalea vascular denominada migraña es común, afecta más del 15% de la población general, más frecuentemente mujeres (33%).
Las personas con migraña tienen asociaciones con otras enfermedades que incluyen la epilepsia, apoplejía, fibromialgia, intestino irritable, valvulopatía y hasta infarto (33% más que aquellos que no tienen migraña).
Actualmente reconocemos 38 locus asociados a migraña, con base genética que contribuye en 40-60%. Hay activación de circuitos hipotalámico-amigdalinos.
El tratamiento puede obligarse para el cuadro agudo y para profilaxis; los opioides no se recomiendan. Pueden ser de utilidad mezclas de medicamentos que incluyen a anti-inflamatorios con analgésicos del tipo de paracetamol; son útiles los B bloqueadores, tricíclicos y anticomisiales o antiepilépticos, de manera aislada o en combinaciones.
