Memoria muscular

(Rerynolds G. New York Times 2022; enero 18)
Carlos Abud Mendoza

Estudio nuevo y alentador sugiere que nuestros músculos tienen memoria. El estudio se llevó a cabo con ratones, pero se basa en experimentos similares con personas y entrenamientos de pesas; los animales que terminaron una rutina de entrenamiento de resistencia para roedores desarrollaron cambios en el ADN de sus músculos que perduraron mucho tiempo después de que dejaron de hacer ejercicio.

Los ratones ganaron masa muscular mucho más rápido que otros animales cuando volvieron a ejercitarse. Como nota alentadora para quienes se inician en el entrenamiento con pesas, los resultados también sugieren que aomoa capaces de generar nuevas memorias musculares sin importar nuestra edad.

Algunos estudios preliminares con animales sugirieron que los genes dentro de los núcleos de las fibras musculares funcionaban diferente después de los ejercicios de resistencia. La epigenética se refiere a los cambios en el funcionamiento de los genes, aunque el gen en sí no cambie.

En su mayoría, es debido a metilación, lo que hace que los genes sean más o menos propensos a activarse y producir determinadas proteínas.

En los experimentos recientes con humanos, el ejercicio de resistencia cambió los patrones de metilación de una serie de genes en los músculos de las personas, esos cambios siguieron siendo evidentes semanas o meses después, incluso luego de que los voluntarios dejaron de hacer ejercicio y perdieron parte de su masa muscular.

Los investigadores descubrieron que, al empezar a levantar pesas de nuevo, volvían a ganar músculo mucho más rápido que en población que no tiene la historia de ejercicio………sus músculos recordaban cómo aumentar de volumen.

Pero como los ratones no pueden usar pesas, los científicos los hicieron correr sobre ruedas con un lastre, diseñadas para entrenar la resistencia de los músculos de las piernas. Los animales entrenaron durante ocho semanas y luego permanecieron sentados en sus jaulas durante 12 semanas, aproximadamente el 10 por ciento de su vida, que para nosotros serían años.

A continuación, los animales volvieron a entrenar durante un mes, junto con ratones de la misma edad que apenas empezaban a ejercitarse y que sirvieron de grupo de control.