Tras iniciar su faceta como director en 2007 con el documental J.C. Chávez, seguida de las películas Abel (2010), César Chávez (2014) y Sr. Pig (2016), Diego Luna nuevamente está al frente de una ficción gracias a la serie Todo va a estar bien, que escribió, dirigió y produjo, acerca de los roles de género, el concepto de matrimonio como una institución caduca, el divorcio, lo difícil de las despedidas y el quiebre de una pareja.
La primera temporada de la serie de ocho episodios, que estará disponible en Netflix el 20 de agosto, se filmó en medio de la pandemia en la Ciudad de México y es protagonizada por Lucía Uribe, Flavio Medina, Pierre Louis y Mercedes Hernández.
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Es una dramedia que reflexiona sobre la idea de familia y las relaciones. La historia nace de una necesidad de cuestionar la idea de la pareja perfecta, el amor romántico, la creación de una familia y las expectativas de una relación en un acto frío, institucional y contradictorio como el matrimonio.
La serie cuestiona el matrimonio, las relaciones monógamas, el papel de los roles de género, la familia y sus múltiples facetas. Pero también se da a la tarea de soñar en la posibilidad de otros mundos y realidades distintas conviviendo en una respetuosa comunión. Todo, a través de la representación ficticia de un mundo afín, siempre con humor”, explicó Diego Luna, de 41 años.
El también productor destacó que en el caso de la familia, la relación es otra, pues es la posibilidad de “crear relaciones para toda la vida”.
Es el amor y el compromiso más longevo en nuestro paso por este mundo. La serie cuestiona los roles de género, la idea de familia tradicional, que desea imaginar de formas distintas a las que se leen en los cuentos infantiles; familias que respondan a la complejidad de nuestra búsqueda por la felicidad”, detalló.
El ganador del Premio Ariel por Mejor Guion cinematográfico original por la película Abel (2011) y del Premio Marcello Mastroianni en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, en 2001, como Mejor Actor Joven por su actuación en el filme Y tu mamá también, destacó que la experiencia de contar esta historia fue un laboratorio y una terapia a la par que lo confrontó con sus prejuicios, pero además lo obligó a ser creativo por el rodaje en pandemia.
En momentos de crisis es la creatividad la que nos puede salvar. Yo agradezco haber trabajado con un equipo dispuesto a todo por contar esta historia. No la que podíamos contar si no la que deseábamos contar. (…) Sí, lo hicimos nosotros”, dijo.
Su protagonista Lucía Uribe coincidió en que Todo va a estar bien presenta a personajes como Julia, el suyo, y su pareja, Ruy (Flavio Medina), que generalmente no se suelen ver en las ficciones mexicanas.
Son muy de esta generación, entre 30 y 40 años. Los referentes y desde dónde están escritos los personajes, tienen una base muy actual y compleja. Están muy bien escritos desde los guiones. Eso, inevitablemente, nos confronta, porque no son estereotipos, no son buenos o malos, sino que cuestionan las maneras de ver a los roles femeninos y masculinos.
Ruy es la persona que más se hace cargo de su hija, mientras que Julia mantiene las cuentas y sale a trabajar. Desde ese pequeño detalle, y que la serie empieza con el rompimiento de un matrimonio, y no termina con ese final feliz, abren una conversación porque son cercanos a nosotros”, dijo Uribe a un Diario de circulación nacional.
Por su parte, Flavio Medina destacó que son personajes imperfectos que recorren un camino en su relación de pareja.
Hay una conciencia del impacto que hemos tenido con el patriarcado. Los modelos que nos enseñan a seguir hablando del matrimonio, es algo que nos afecta y nos impacta, porque no los podemos cumplir todos, ya que hay una diversidad inmensa como individuos.
Hay un confrontamiento con la manera de relacionarse con tus hijos, entre parejas, las relaciones de mamá y papá, la diversidad que existe y las otras maneras de relacionarse como el personaje de Úrsula Pruneda, que tiene una relación de tres, una trieja. Todas estas situaciones nos hacen reflexionar y retratarnos, con la necesidad que tenemos como sociedad de transformarnos. Iremos como humanos cambiando y seguiremos aprendiendo”, señaló Medina.
El actor, quien recrea a Ruy, también aborda el machismo desde su personaje, al acosar a una compañera de trabajo sin tener mucha conciencia de ello.
Ruy presenta a una generación que tiene que entender y asimilar un cambio necesario. Ruy entendía la manera de relacionarse de otra manera. Está intentando. Justo esta serie retrata todas estas realidades y el público las entenderá muy bien, porque con personajes reales, humanos, imperfectos y de la responsabilidad que tenemos de hacernos cargo nosotros”, concluyó.