Corría el año de 1519 cuando Hernán Cortés junto con alrededor de 500 españoles y varios miles de indígenas hicieron su entrada triunfal por la calzada de Ixtapallapan para encontrarse con el amo de la Triple Alianza Excan Tlatlolloyan: Motecuhzoma Xocoyotzin.
A pesar de los esfuerzos de estos dos personajes por evitar una guerra a gran escala que llevaría a la destrucción de Tenochtitlán, varios eventos parecieron conspirar en su contra fomentando los designios del dios Marte.
Prácticamente todos los mexicanos tienen una noción sobre cómo fue la guerra de conquista de los territorios dominados por los mexicas y sus aliados sin embargo existen muchos huecos para mejorar el entendimiento de lo que realmente paso y sus razones de origen.
También existen una infinidad de anécdotas sobre esos hechos que ahora son leyenda, los cuales pasan del anecdotario para dotar de un carácter único el conflicto que dio origen a la colonia más importante de América y posteriormente al país que actualmente llamamos México. EN este breve texto expondré datos curiosos sobre esos acontecimientos.
1 Hernán Cortés estuvo presente en diversas batallas contra la Triple Alianza. En varias ocasiones estuvo a punto de ser capturado por los mexicas como fue el caso de la batalla por Xaltilolco. En dicha ocasión fue aprendido por los mexicas y arrastrado a un monóxilo debatiéndose por su vida.
Gracias a la oportuna intervención de Cristóbal de Olea pudo escapar, aún a costa de la vida de este último. En dicho evento de armas fueron capturados y sacrificados más de 50 españoles. También murieron 2000 aliados indígenas.
Retrato que realizó Weiditz de Hernán Cortés. Es el más fidedigno del conquistador.
2 El líder de los españoles también sufrió diversas heridas durante la conquista de México. Una de ellas la sufrió sobre su mano izquierda la cuál inutilizó dos de sus dedos de por vida sin llegar a perderlos.
Este evento se dio acabo días antes de la noche triste cuando los mexicas tenían cercados a los españoles en el Palacio de Axayácatl. El inicio de estas hostilidades se dio con la masacre que encabezó Pedro de Alvarado cuando los tenochcas festejaban la veintena del Toxcatl al pie del Huey Teocalli o Templo Mayor.
Durante el sitio que sufrían los españoles en algún punto decidieron atacar el Templo Mayor o el Templo del Sol (las crónicas difieren) el cual estaba fortificado.
En esa acción parece que o un dardo con punta de pedernal o un golpe de macuahuitl inutilizó la mano izquierda de Hernandillo, por lo que en las siguientes acciones militares tuvo que amarrar su escudo al antebrazo. Otra herida que sufrió fue una pedrada de honda indígena un día antes de la batalla de Otumba, durante una escaramuza en un barranco cercano a la población que llevaba de nombre Aztaquemecan.
Parece a partir de esa herida Cortés sufrió desvanecimientos y “durante varios días estuvo como pasmado”. El único cirujano disponible en el campamento llamado maestro Juan le sacó varios huesos seguramente del mismo cráneo fracturado.
3 Entre los españoles existía un personaje algo siniestro que parece que llegó a tierras americanas evitando la Inquisición española. Su nombre completo era Blas Botello de Puerto Plata. Aunque su nombre no nos dice mucho él fue el principal instigador de que los españoles y sus aliados indígenas abandonaran Tenochtitlán la noche del 30 de junio de 1520, acción que causó la famosa Noche Triste (o ¿feliz?).
Este personaje era astrólogo, lector de cartas y decían que tenía “familiar” o pacto con algún demonio. La tarde de la fecha ya mencionada Botello visitó a Cortés diciéndole que debían salir esa noche si no nadie saldría vivo de Tenochtitlán a lo cual se opuso Cortés pues no tenía la mínima intención de dejar su gran botín.
Posteriormente Botello habló con los principales caudillo españoles como Alonso de Ávila, Pedro de Alvarado y muchos otros quienes ejercieron presión sobre Cortés logrando convencerlo del peligro inminente que estaban por sufrir si no dejaban la ciudad. Este fue el origen de la Noche Triste. Lo más curioso del asunto es que Blas Botello murió esa noche.
4 No puede existir crónica de la conquista de México sin la ya recurrente anécdota del llanto de Cortés sobre un ahuehuete en la población ribereña de Popotla. La realidad histórica nos dice que ese evento difícilmente sucedió. Imaginemos que Cortés junto con los 425 sobrevivientes españoles de la Noche Triste los cuales iban todos heridos llevaban mucha prisa por alejarse de las fuerzas mexicas que les perseguían a través de la calzada Mexihco–Tlacopan.
Por lo que Cortés y sus fuerzas pasaron corriendo por Popotla con dirección a Tlacopan. En la plaza principal de dicha ciudad se empezaron a reunir las tropas derrotadas. Reinaba tanta confusión que la mayor parte de los curtidos españoles no sabían que hacer. Cortés que para esos momentos estaba bastante ocupado auxiliando a los rezagados llegó al lugar para organizar los restos de su fuerza.
Alonso de Villanueva, un testigo comenta lo siguiente:
“era hora en que quería amanecer, e que a esta sazón e por esta causa, el dicho Don Hernando Cortés se pasó a la vanguardia a guiar la dicha gente con algunos de a caballo “.
Cortés decidió tomar el camino hacia el norte, hacia Tepotzotlán bordeando el lago para regresar a Tlaxcallan. Lo que si sucedió durante esos momentos y esto lo sabemos gracias a las diferentes fuentes españoles fue que Cortés preguntó si seguía vivo Martin López el carpintero.
A lo cual respondieron afirmativamente sus compañeros. La importancia que este personaje era que había construido unos bergantines en el lago de Tezcuco y Cortés tenía pensando emplear sus talentos cuando regresara triunfante para subyugar a la orgullosa Tenochtitlán.
El extremeño no podía olvidar la profecía del adivino Botello cuando le dijo que: “habría de volver sobre la ciudad y ser señor de ella”.
El árbol de la Noche Triste en Popoltla
5 Generalmente pensamos que acciones militares por la conquista de Tenochtitlán solamente se llevaron a cabo en el valle de México. Poblaciones como Chalco, Ixtapallapan, los alrededores de Tezcuco entre muchas fueron bañadas con sangre de ambos bandos.
Sin embargo existen hechos de armas fuera de esta área que son pocos conocidos. El ejemplo que ya he comentado en otros textos es el de Sultepec (cerro de las golondrinas). Se trataba de un asentamiento acolhua que se encontraba cerca de Calpulalpan en la actual Tlaxcala el cual rendía vasallaje a Tezcuco.
Mientras los españoles se encontraban sitiados en el palacio de Axayácatl en Tenochtitlán una columna al mando de Juan Yuste y Francisco de Morla que provenía de Veracruz fue atacada. En el ataque fueron capturados cerca de 40 españoles principalmente componentes de las fuerzas de Pánfilo de Narváez.
