Casi se enfrentan campesinos y policías por obra del Realito

Habitantes de la sierra del municipio de Tierra Nueva en las inmediaciones de La Cebada, denunciaron acoso por parte de elementos de la Dirección de Seguridad Pública del Estado, luego de que la mañana de ayer hicieron acto de presencia con la pretensión de desalojarlos de sus predios que están en disputa por obras del acueducto de la presa El Realito, a cargo de la empresa CIAPSA.
Desde las 10 de la mañana de este viernes y a solicitud de la Comisión Estatal del Agua, los agentes arribaron a Tierra Nueva, en donde un centenar de ejida-tarios y habitantes de la zona resguardan sus predios por donde pasaría la línea del acueducto que surtiría del vital liquido a la Capital del Estado, Soledad y el municipio de Cerro de San Pedro.
La disputa en el lugar se suscitó porque los dueños de las tierras no han sido indemnizados por las obras del acueducto de El Realito, que se construye desde hace varias semanas en ese lugar.
“Varias patrullas se encuentran sitiando los predios a solicitud de la Comisión Estatal de Agua (CEA), por lo que los productores de la sierra de Tierra Nueva en las inmediaciones de La Cebada se dicen amagados”, se divulgó ayer por cuentas de redes sociales digitales.
Los afectados refirieron que defienden sus propiedades desde hace varias semanas en protesta por los destrozos de cercados y guarda ganado en la construcción del acueducto de la presa del Realito, en un tramo de 40 kilómetros.
Juan Pablo Rangel y Efraín Sánchez, dirigentes del movimiento, temen que pudiera haber hechos de violencia, porque los funcionarios estatales en vez de darle solución al problema y cumplir el compromiso de solucionar sus demandas, han preferido la intimidación policíaca. “Ni la empresa CIAPSA ni la CEA han querido atender este grave problema desde hace varios meses, por lo que decenas de productores de comunidades afectadas decidieron hacer este plantón impidiendo el acceso a maquinaria y trabajadores que construyen el acueducto de la presa El Realito”, señalaron.
Hasta la tarde de ayer decenas de campesinos habían llegado al lugar para apoyar al grupo de inconformes ante un eventual desalojo violento. Unos 200 metros antes de la zona de revisión se encontraban estacionadas varias camionetas con personas, a fin de enfrentar a los uniformados en caso de agresiones.