Cosas de la Ciudad

Por El Diablo Cojuelo

 

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OFICIAL.- Ayer se hizo oficial la renuncia de la diputada Delia Guerrero Coronado a la vicepresidencia de la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado, de la cual dimos primicia en este periódico. El argumento ofrecido por la legisladora del distrito de Ciudad Valles fue “salud mental”. Es decir, fue tan duro el golpe que quedó totalmente grogui.
OTRO.- Pronto debe recuperarse la diputada Delia Guerrero Coronado del tremendo impacto que le ocasionó daños a su “salud mental”, motivo por el cual dejó la vicepresidencia de la Comisión de Vigilancia de la LX Legislatura, porque se anuncia otro que bien puede dejarla en la lona. El que viene demostrará que dos de sus hermanas y una prima son prestanombres suyas en asociaciones civiles, de donde obtiene millonadas del gobierno del Estado, al haberlas incluido en una partida del Presupuesto de Egresos.
DESVÍOS.- Otro diputado que es motivo de escándalo es el priista Eduardo Chávez Aguilar. A decir de la respuesta ofrecida por el propio Congreso del Estado a una solicitud de información, el legislador por el distrito de Santa María del Río y Villa de Reyes gastó en diciembre pasado 64 mil 932 pesos mensuales. Dicha suma de dinero la destinó a pagar supuestos asesores.
NOMBRES.- Los allegados al diputado Eduardo Chávez Aguilar, a quienes el tesoro público mantiene como sus asesores, son los hermanos Ma. Feliz y Fernando Martínez Ontiveros, con 20 mil pesos y 9 mil 600 pesos, respectivamente; además de Verónica Miranda Sánchez con 15 mil 300 pesos, y Elizabeth Martínez Solís con 20 mil 132 pesos.
FRAUDE.- En las investigaciones que ciudadanos han hecho de los gastos de los diputados locales potosinos aparece también el nombre de Christian Sánchez, hijo del diputado Crisógono Sánchez Lara, implicado éste en graves operaciones dentro del sistema educativo en sus días de secretario general de la Sección 26 del SNTE. A Crhistian Sánchez le han ubicado una factura por 40 mil pesos, emitida por un supuesto proveedor de Huejutla a quien adquirió un molino de granos. Sin embargo, se asegura que dicha factura fue tipificada como “presumiblemente falsa” por el Sistema de Administración Tributaria, lo que ocasionaría un fraude federal.
SUSPIROS.- A quienes se les fue el aire fue a centenares de profesores del Sistema Educativo Estatal Regular que asistieron a la conferencia, ofrecida en el Auditorio Cultural Bicentenario de la UASLP, por Sylvia Schmelkes del Valle, presidenta del Instituto Nacional de Evaluación, con motivo del 191 aniversario de la fundación del SEER. Como si todavía no les cayera el veinte, la reconocida investigadora les confirmó lo que ya sabe todo el mundo, menos los profesores: que tendrán que hacer la evaluación apellídense como se apelliden; y si no aprueban tales evaluaciones entonces optarán por dos sopas: o ir a limpiar baños a las escuelas o aceptar el retiro (voluntariamente a fuerzas).
DEMOCRACIA.- Aunque a las 7 de la tarde de este miércoles estaba agendada en el Museo de la Máscara la presentación de la Colección de Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, bajo auspicios del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, había un ruidero tal afuera que era imposible oír algo de lo que allí sucedería. Los libros de esta colección, son: Los partidos políticos y el sistema de partidos en San Luis Potosí (de Hugo Alejandro Borjas García); El Estado de San Luis Potosí, su formación y las nuevas instituciones (de Sergio Cañedo Gamboa); Participación y ciudadanía competente (de Marco Iván Vargas Cuéllar); y Derechos políticos como derechos fundamentales. Regulación internacional y local (de Guillermo Luévano Bustamante).
RUIDERO.- A propósito del ruidero hecho anoche en las escalinatas del Teatro de la Paz por alguno de esos grupos consentidos que viven parasitariamente del Estado, sería bueno que, así como en Río de Janeiro hay un sambodromo para efectuar las fiestas de Carnestolendas, acá debería disponerse de un ruidóromo para que allí se encierren a efectuar sus fiestas y gritar cuanto quieran, como en el cerro, sin que los tímpanos de los demás tengan que sufrir. Uno no quisiera, pero esos abusos hacen darle razón al diputado Boris con su Ley de Respeto a Terceros.