En los videos se podría apreciar a las «víctimas toman éxtasis mientras fingen disfrutar del sexo”, advirtió la fiscal

El rapero y empresario Sean “Diddy” Combs enfrenta un juicio por tráfico sexual y crimen organizado en un tribunal federal de Manhattan, donde los fiscales lo acusan de dirigir una red de explotación sexual que involucraba a mujeres sometidas a actos degradantes y abusos físicos. El juicio comenzó este lunes, y la fiscal Emily Johnson presentó impactantes testimonios que describen el supuesto comportamiento abusivo de Combs.
Entre los testigos clave se encuentra Cassandra Ventura, conocida artísticamente como Cassie, expareja de Combs y estrella de rhythm and blues. Según Johnson, Cassie relatará un incidente en el que un scort (acompañante masculino) fue obligado por Combs a orinar en su boca durante una de las llamadas “Freak Offs”, fiestas sexuales organizadas por el acusado. “Cassie les contará que sintió que se estaba ahogando cuando Combs hizo que el acompañante orinara en su boca”, afirmó la fiscal.
En otro incidente descrito por la fiscalía, Combs supuestamente intentó localizar y asesinar a un hombre con quien Cassie estaba saliendo después de su separación. Al no encontrar al hombre, Combs habría dirigido su ira contra la cantante, golpeándola violentamente. “Le dijo que si lo desafiaba nuevamente, haría públicos los videos de sus encuentros sexuales forzados”, señaló Johnson.
Según la acusación, estos episodios forman parte de un patrón de abuso que se extendió por dos décadas y que involucró no solo a Cassie, sino a otras mujeres, entre ellas una víctima identificada como “Jane”, quienes fueron forzadas a participar en actos sexuales bajo amenazas y violencia. El caso también involucra a miembros del círculo íntimo de Combs, a quienes se acusa de ayudar a encubrir sus crímenes.
Los fiscales describieron las “Freak Offs” como orgías de varios días, donde mujeres eran obligadas a consumir drogas y participar en actos sexuales, frecuentemente grabados por Combs. Según la acusación, el artista utilizaba estos videos para chantajear a las víctimas y evitar que denunciaran los abusos.
“Escucharán testimonios de mujeres que describen algunos de los momentos más dolorosos de sus vidas”, afirmó Johnson. “Los días que pasaron en habitaciones de hotel, bajo los efectos de las drogas, vestidas con disfraces para cumplir las fantasías sexuales del acusado”.
La fiscalía alega que cuando las mujeres se resistían, Combs reaccionaba con violencia.