Con el hallazgo de restos humanos en una Urvan abandonada, ya suman 21 choferes asesinados en 2025; autoridades siguen sin frenar la ola de crímenes.

La violencia contra trabajadores del transporte público en Acapulco alcanzó un nuevo nivel de brutalidad este viernes, tras el hallazgo de restos humanos dentro de una unidad tipo Urvan abandonada en plena Avenida Lázaro Cárdenas, una de las principales salidas hacia la Ciudad de México. Junto a la camioneta, una cartulina con un mensaje fue dejada en el parabrisas, lo que alertó a los cuerpos de seguridad sobre un posible acto delictivo relacionado con el crimen organizado.
Al inspeccionar la unidad, autoridades encontraron dos bolsas negras de plástico que contenían partes humanas, lo que confirmó el asesinato de otro conductor del transporte público. Hasta el momento, la víctima no ha sido identificada, y peritos de la Fiscalía General del Estado de Guerrero realizaron el levantamiento de los restos e indicios, dando inicio a las investigaciones.
Con este caso, suman ya 21 transportistas asesinados en lo que va del año en Acapulco: tres en enero, tres en febrero, once en marzo y cuatro en lo que va de abril. La cifra refleja un patrón creciente de violencia y terror que mantiene en vilo a quienes dependen del volante para sobrevivir, así como a las familias que utilizan diariamente este servicio.
A pesar de la escalada de homicidios, las autoridades locales y estatales no han logrado contener ni esclarecer la mayoría de estos crímenes, lo que ha generado críticas por la impunidad que prevalece y la falta de protección efectiva para el gremio transportista, que hoy enfrenta no solo la inseguridad cotidiana, sino la amenaza constante de convertirse en una nueva estadística de horror.