Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, hizo un balance positivo de su administración, destacando los avances en seguridad, crecimiento económico y proyección internacional de la entidad.
Alfaro subrayó la reducción histórica del 63% en los índices delictivos, reflejados en las estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad y en la encuesta del Inegi. Jalisco, según el gobernador, disfruta de los niveles de seguridad más bajos de su historia, lo que ha contribuido a un ambiente favorable para el desarrollo económico. El estado ha batido récords de crecimiento, consolidándose como una “isla política” en medio de los retos nacionales.
El gobernador resaltó la importancia de la proyección internacional de Jalisco, con la posibilidad de ser sede mundialista por tercera vez y la consolidación de Guadalajara como un centro de negocios y turismo. Puerto Vallarta también ha alcanzado cifras récord en ocupación hotelera.
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Alfaro se refirió a Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, como una mujer firme y preparada, confiando en que realizará un buen trabajo en su gobierno. Destacó su capacidad para tomar decisiones y su sello distintivo como líder.
A nivel personal, Alfaro confesó que tras concluir su mandato en diciembre, su objetivo es convertirse en entrenador de fútbol. En su plan de futuro, estudiará en Madrid para obtener su título de entrenador, con la intención de dirigir algún día a las Chivas del Guadalajara, club de su corazón.
“Mi sueño es regresar al futbol, concentrarme en mi otra pasión: entrenar a las Chivas”, afirmó el mandatario.