Las autoridades no han ofrecido declaraciones adicionales al respecto
La noche del sábado, poco antes de las 22:00 horas, un confuso incidente se registró sobre el libramiento Valles-Tamuín, a la altura de la caseta del ejido La Calera. Elementos de la Guardia Civil Estatal, encabezados por el jefe regional Óscar Hernández, abrieron fuego contra un vehículo en el que viajaban varios civiles que se encontraban de visita en la zona para las celebraciones de Xantolo.
Los heridos fueron identificados como; Omar M., de 45 años de edad, vecino del fraccionamiento El Carmen 1, quien tenía dos balazos en una pierna; así como Jorge R., de 30 años, domiciliado en colonia Hidalgo, quien tenía una herida de bala en la espalda.
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De acuerdo con el informe preliminar de la corporación, los elementos policiales indicaron que mientras patrullaban el tramo carretero, fueron atacados por civiles desde el vehículo en cuestión.
En respuesta, los agentes repelieron la supuesta agresión, lo que resultó en dos personas heridas y la detención de tres civiles. Sin embargo, el reporte oficial ha generado cuestionamientos, ya que no se hizo mención del aseguramiento de armas que habrían sido utilizadas en la presunta agresión contra los oficiales.
Testigos presentes en el lugar sostienen una versión opuesta, argumentando que el ataque policial careció de provocación. Según sus declaraciones, los civiles no mostraron ninguna actitud agresiva hacia los agentes de la Guardia Civil.
La falta de decomiso de armas en el operativo aumenta la incertidumbre sobre lo ocurrido, ya que el comunicado oficial no ofrece detalles que respalden la versión de la agresión.
Las dos personas heridas fueron trasladadas a un hospital, aunque hasta el momento no se ha informado oficialmente sobre su estado de salud. La situación ha generado un ambiente de inquietud entre los residentes y los turistas que asistían a las festividades, ya que versiones encontradas sobre el incidente han comenzado a circular.
Este no es el primer episodio en el que el jefe regional Óscar Hernández se ve envuelto en controversias. Su nombre ha aparecido en mensajes intimidatorios en narcomantas colocadas en distintos puntos de la región, lo que ha sumado especulación sobre su implicación en operaciones de alto riesgo y posibles conflictos en la zona.
Por ahora, las autoridades no han ofrecido declaraciones adicionales ni han respondido a las acusaciones de un posible uso excesivo de la fuerza en el operativo del sábado.
La Fiscalía General del Estado podría intervenir para esclarecer los hechos y confirmar si hubo abuso de autoridad o si, como alegan los elementos policiales, los civiles actuaron en actitud hostil.