En medio de la creciente tensión entre el Gobierno de Giorgia Meloni y el poder judicial italiano, el Papa Francisco instó a no cerrar la puerta a los migrantes, defendiendo su acogida y derechos.
El Papa Francisco hizo un llamado este sábado a no cerrar las puertas a los migrantes, en un mensaje dirigido a la conferencia nacional de Acción Católica italiana. Sus declaraciones llegan en un momento de crisis en Italia, donde el Gobierno de Giorgia Meloni se enfrenta a un fallo judicial que desafía su estrategia migratoria, particularmente un acuerdo con Albania para la externalización de la migración.
“No podemos cerrar la puerta a los inmigrantes. El migrante debe ser acogido, acompañado, fomentado e integrado,” enfatizó el pontífice en un breve mensaje de video. Francisco subrayó la responsabilidad colectiva de ayudar a los migrantes, citando el mandato de Jesús: “Darles de comer es el mandato de Jesús que nos implica a todos, darles la mano para acompañarlos y para que no se hundan, sobre todo a los migrantes”.
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El Papa recordó que en el Antiguo Testamento se menciona continuamente a personas necesitadas, haciendo hincapié en la importancia de cuidar y proteger a los migrantes: “Dios ama mucho al migrante, lo cuida”.
Las palabras del Papa surgen en medio de una creciente controversia en Italia tras la reciente decisión de la corte de Roma, que invalidó el internamiento de 12 migrantes en centros de retención en Albania. Esta decisión ha planteado serias dudas sobre el acuerdo migratorio entre Italia y Tirana, que ha sido una piedra angular de la política de inmigración de Meloni.
Los migrantes, originarios de Bangladesh y Egipto, fueron traídos de regreso a Italia este sábado por la Guardia Costera, donde fueron trasladados a un centro de acogida para solicitantes de asilo en Bari. Este desarrollo ha puesto de manifiesto las dificultades que enfrenta el gobierno italiano para implementar su política de migración y protección de fronteras.
En respuesta a la sentencia judicial, se anticipa que el Gobierno de Meloni intentará aprobar un decreto-ley en la reunión del Consejo de Ministros del próximo lunes. Este decreto buscará sortear las implicaciones de la decisión judicial y garantizar la continuidad del traslado de migrantes a Albania, así como la estrategia de externalización migratoria.
Las tensiones entre el gobierno y el poder judicial reflejan un dilema más amplio en torno a cómo equilibrar las políticas migratorias con los derechos humanos y las obligaciones internacionales, un tema que sigue generando un debate acalorado en Italia y más allá.
Las declaraciones del Papa Francisco destacan la necesidad de una respuesta humanitaria y solidaria hacia los migrantes en un contexto donde la política y la justicia se entrelazan de manera compleja.