El narcotraficante del Cártel de Sinaloa comparecerá ante el tribunal con 17 cargos en su contra, incluida la posibilidad de pena de muerte.
El juez Brian Cogan ha programado la próxima audiencia del narcotraficante Ismael “Mayo” Zambada para el 15 de enero en el tribunal federal de Nueva York. Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, compareció ante el tribunal en un estado debilitado, con cojera y gran palidez en su rostro, que reflejaba su avanzada edad y problemas de salud. Durante la breve audiencia, que no superó los 15 minutos, Zambada mostró complicidad con su abogado, Frank Pérez, a quien le dedicó sonrisas y gestos de aprobación.
El juez Cogan destacó la complejidad del caso, que requiere tiempo adicional para revisar las pruebas y documentación presentadas por las partes involucradas. Zambada enfrenta 17 cargos relacionados con conspiración para asesinato, narcotráfico, posesión de armas y pertenencia a una organización criminal.
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Durante la audiencia, que tuvo lugar bajo estricta custodia de hasta siete agentes del Servicio de Alguaciles de EE.UU., el juez Cogan advirtió que el caso podría incluir la pena de muerte, a pesar de que esta fue abolida en el estado de Nueva York en 2004. Sin embargo, el gobierno federal podría considerar que Zambada, por su rol en el Cártel de Sinaloa y su implicación en la crisis de sobredosis por fentanilo en EE.UU., incurrió en delitos graves que justificarían esta sentencia.
Además, el juez abordó una solicitud de la Fiscalía sobre un posible conflicto de intereses relacionado con el abogado Pérez, quien también representa a Vicente Zambada Niebla, hijo de Mayo Zambada y colaborador activo de las autoridades estadounidenses. Cogan subrayó la importancia de investigar esta situación antes de tomar una decisión.
Zambada, de 76 años, ha estado en fuga durante más de cuatro décadas y su captura está valorada en 15 millones de dólares por las autoridades estadounidenses. La acusación en su contra fue actualizada en febrero e incluye referencias al tráfico de fentanilo, un opioide que ha desencadenado una crisis de salud pública en Estados Unidos.
