Dos familias originarias de Tanquián de Escobedo han tomado el control del PAN en San Luis Potosí, utilizando su poder político para acumular fortunas y operar a favor de intereses personales y partidistas.
En San Luis Potosí, el Partido Acción Nacional (PAN) está en manos de las familias Azuara y Zumaya, originarias del municipio huasteco de Tanquián de Escobedo. Según fuentes locales, estas familias, que comenzaron con orígenes modestos, han construido fortunas gracias a sus incursiones en la política y las influencias obtenidas a través de cargos públicos.
Xavier Azuara Zúñiga, exdiputado federal y cabeza visible del grupo, es conocido por mantener un bajo perfil mientras gestiona una red de operadores políticos, como la senadora Verónica Rodríguez. Azuara ha diversificado sus negocios, que incluyen hotelería, producción agropecuaria, compra-venta de ganado y servicios de consultoría. Sin embargo, se le acusa de utilizar empresas factureras para evadir impuestos y simular donaciones, con familiares y amigos como prestanombres en diversas sociedades.
Entre sus empresas figura Azuara, Lopez & Marquez Consultores S De RL De CV, donde su hermano David es accionista principal. Además, Fernando Zumaya Azuara, primo de Xavier y de Gerardo Sánchez Zumaya (joven empresario ligado a Morena), aparece en varias de estas empresas, sugiriendo una red de influencia que va más allá del PAN.
Gerardo Sánchez Zumaya ha sido señalado por obtener contratos millonarios con Petróleos Mexicanos en Tabasco a través de asignaciones directas, presuntamente utilizando estos fondos para apoyar campañas electorales del PAN y otros candidatos.
A pesar de los vínculos y el evidente control que estas familias ejercen sobre el PAN en San Luis Potosí, el líder nacional del partido, Marko Cortés, no ha tomado medidas para frenar esta influencia, lo que refleja una crisis de gobernabilidad dentro del partido en el estado.
