En honor a los periodistas que han perdido su vida enfrentando al poder y la corrupción en América Latina, exigimos justicia y protección para quienes aún luchan por la verdad.
Cada 8 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Periodista, una fecha que honra la memoria de Julius Fučík, escritor y periodista checoslovaco ejecutado por los nazis en 1943. Más allá de celebrar la labor esencial de los periodistas en la defensa de la verdad y la libertad de expresión, este día nos lleva a recordar a aquellos que pagaron con su vida por ejercer este oficio. Desde 1958, esta conmemoración nos invita a reflexionar sobre los riesgos que conlleva la práctica del periodismo, especialmente en regiones donde la libertad de prensa está bajo constante amenaza.
El periodismo sigue siendo una profesión de alto riesgo en muchas partes del mundo. En 2023, se registraron 99 asesinatos de periodistas, lo que representa un alarmante aumento del 44% en comparación con el año anterior. En lo que va de 2024, ya se han reportado al menos 44 asesinatos de periodistas a nivel global, según el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ). Las ‘zonas de silencio’, territorios donde las historias cruciales no se reportan debido a los altos riesgos y amenazas, son una creciente preocupación, según Jonathan Watts de *The Guardian*.
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América Latina no es ajena a esta realidad. Países como México, Guatemala, Nicaragua y Colombia encabezan las listas de persecución a la libertad de prensa, con un historial de secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos de periodistas como formas brutales de censura. Recordamos a colegas como Orlando Martínez Howley en República Dominicana, Diana Arón en Chile, Rodolfo Walsh en Argentina, Pedro Joaquín Chamorro en Nicaragua, Luis Espinal Camps en Bolivia, y muchos otros, quienes valientemente enfrentaron al poder, la corrupción y las injusticias, pagando con sus vidas.
En este Día Internacional del Periodista, rendimos homenaje a todos aquellos que perdieron la vida por su compromiso con la verdad. Sus historias reflejan el coraje y la dedicación de quienes, incluso en contextos peligrosos, no dejaron de informar. Exigimos justicia para ellos y protección para los periodistas que continúan en la primera línea de la búsqueda de la verdad. Un ataque contra el periodismo es un ataque contra la libertad de todos.