Alemania comenzó su nueva era apabullando este sábado (5-0) a una débil Hungría, comandada por un soberbio Musiala, visiblemente motivado por su exclusión de los aspirantes al Balón de Oro, en su primer partido de la Liga de Naciones.
Kimmich estrenaba capitanía, pero el que se hizo dueño y señor fue Jamal Musiala. Si antes del pitido inicial fue condecorado por su faceta goleadora en la Europa, en los 90 minutos sacó a relucir su vertiente más generosa, regalando continuamente caramelos en forma de asistencias a sus compañeros en ataque.
¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA
A los germanos, eso sí, les costó tomarle el pulso a la maraña diseñada por el italiano Marco Rossi en el lado magiar del campo, pendiente en el primer tramo de las acciones de Musiala y con continuas ayudas de un medio campo muy poblado para disputarle el esférico a Alemania.
Al no poder percutir por dentro en los primeros compases, los de Nagelsmann se las apañaron con acciones de peligro a partir jugadas aisladas. La primera, un córner botado desde la derecha por Gross, ejerciendo el papel de Kroos, que fue rematado casi sin querer por Tah, pero su involuntario cabezazo fue salvado prácticamente sobre la línea por Szoboszlai.