Marcelo, reforma judicial y los vientos de tormenta económica

Le está tocando a Marcelo Ebrard Casaubon (MEC) atajar los “vientos de tormenta” que soplan por la Reforma al Poder Judicial en el ambiente político, diplomático y económico-comercial. En su calidad de próximo Secretario de Economía de México y Senador de la República, MEC atiende ya las preocupaciones centrales de nuestros principales socios comerciales como los son Estados Unidos de América y Canadá así como las que vienen del empresariado nacional. La frase popular de “se avecinan vientos de tormenta” nos refiere de inmediato a la concepción de que se aproximan problemas porque todos los indicadores que se tienen a la mano así lo determinan; cuando hay tormenta es porque se da la perturbación violenta de la atmósfera (en este caso la atmósfera política y de las relaciones diplomáticas) que incluye fuertes vientos y precipitaciones. La tormenta se caracteriza por la coexistencia de dos o más masas de aire de diferentes temperaturas, lo que provoca la inestabilidad en el ambiente (en este caso el ambiente económico) que pueden incluir truenos, relámpagos, lluvias, granizos y otros fenómenos meteorológicos. La Reforma al Poder Judicial de nuestro país empieza a discutirse esta semana y será aprobada por el Congreso de la Unión en septiembre, antes de que inicie el mandato constitucional de la Doctora Claudia Sheinbaum como Presidenta de México el 1 de octubre. Aunque todos, nacionales y extranjeros, reconocen las “fallas” en el sistema judicial mexicano y están conscientes de la necesidad de una reforma profunda, las mayores alertas y advertencias de las posibles implicaciones de esta reforma han venido tanto del sector empresarial mexicano como de nuestros principales socios comerciales con los que está íntimamente ligado el desarrollo económico y político de nuestra nación.

Tanto la Presidenta Electa como MEC ya les dijeron a los principales actores que la Reforma al Poder Judicial no pretende el autoritarismo, ni la concentración de poder en el Ejecutivo sino el fortalecimiento institucional para la impartición de justicia. Es por ello que resulta conveniente traer a la mesa de análisis lo que Waleed Haider Malik nos comparte es su texto sobre el Desarrollo Económico y la Reforma Judicial: Experiencias Internacionales e Ideas para América Latina” cuando asevera que “el ordenamiento jurídico de un país establece los principios básicos esenciales para que la economía funcione bien. La capacidad de hacer cumplir dichas leyes, a su vez, es crítica para el desarrollo económico y social sostenible. Ello requiere un Poder Judicial que preste servicios de primera calidad de una forma puntual, equitativa, efectiva y transparente. La cantidad y la complejidad de las querellas relacionadas con las empresas aumenta en la medida en que lo hace la actividad del mercado. La capacidad del sistema judicial y jurídico de manejar el volumen de querellas cada vez más complicadas afecta el nivel de la inversión empresarial privada; la eficiencia de los mecanismos de mercado; la percepción del riesgo inherente a las actividades mercantiles; el grado de competencia, y la equidad y la transparencia de las transacciones mercantiles”

Sin duda, la Doctora Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard están impulsando una reforma que es necesaria para el país y que piensan será benéfica para el desarrollo económico nacional y para la vida presente y futura de los mexicanos. Por lo tanto, lo que hay que esperar es que en su procesamiento y en las definiciones del Congreso de la Unión se otorguen las garantías para la Reforma al Poder Judicial sea un estímulo para que en el marco del T-MEC el sector privado realice las transacciones mercantiles más predecibles y se brinde la certidumbre jurídica que demandan las empresas. En ese sentido, también visualizar que el sector público debe establecer mejores reglamentaciones y un marco de responsabilidad claro construyendo y consolidando una fortaleza institucional confiable, porque la confianza lo es todo para los capitales y las inversiones globales.

La Reforma al Poder Judicial es necesaria, la impartición de justicia que queremos los mexicanos es impostergable y por tanto hay que implementar los cambios ya en marcha, también la seguridad que demandan los inversionistas es legítima y hay que atenderla. El reto, hoy por hoy, es atender con información y más información a todos los interesados legítimos para atajar los “vientos de la tormenta” y que ésta no llegue a hacer más estragos en la economía de los ya ocasionados. La ruta es clara y tanto la Presidenta Claudia Sheinbaum y el Secretario Marcelo Ebrard tienen la capacidad y el talento para sacar adelante este tema trascendental para los mexicanos. Reforma Judicial Sí con Seguridad jurídica para la inversión privada.