Papa Francisco advierte que el potencial de las armas modernas cambió los límites de la guerra

Francisco advirtió que el gran potencial de las armas contemporáneas ha convertido en “obsoletos” los tradicionales límites de la guerra

El papa Francisco advirtió que el gran potencial de las armas contemporáneas convirtió en “obsoletos” los tradicionales límites de la guerra y animó a reforzar la justicia, acotando las desigualdades en el mundo, para la resolución de conflictos.

“La presente situación de ‘Tercera Guerra Mundial por partes’ parece permanente e imparable“, lamentó el pontífice durante una audiencia con los miembros del ‘International Catholic Legislators Network’, reunidos estos días en un foro en Frascati (centro).

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Francisco avisó de que la situación actual de crisis “amenaza seriamente los esfuerzos pacientes de la comunidad internacional, sobre todo con la diplomacia multilateral, para animar la cooperación a la hora de afrontar las graves desigualdades y retos sociales, económicos y ambientales” de la humanidad.

Por eso, defendió ante los reflexiones los legisladores católicos que es “imperativo renunciar a la guerra como medio para resolver conflictos y establecer justicia”.

“Efectivamente, la enorme capacidad destructiva de los armamentos contemporáneos ha hecho obsoletos los tradicionales criterios de límite de la guerra”, subrayó.

Y agregó: “En muchos casos, la distinción entre objetivos militares y civiles es cada vez más inconsistente. Nuestras conciencias no pueden no conmoverse antes las escenas de muerte y destrucción que cotidianamente tenemos ante nuestros ojos”.

Francisco dijo que se necesita “escuchar el grito del pobre, de las viudas y de los huérfanos” para comprender “el abismo de mar que está en el corazón de la guerra” y para “decidir elegir la paz con todo medio posible”.

En segundo lugar, el pontífice argentino recomendó “perseverancia y paciencia” para segur por la vía de la paz mediante la negociación, la mediación o el arbitraje a la hora de resolver actuales y futuros conflictos en el mundo.

Para ello, llamó a generar una “renovada confianza en las estructuras de la cooperación internacional”, que deben ser actualizadas constantemente.

“A pesar de su eficacia, comprobada con los años, en la promoción de esfuerzos globales para la paz y el respeto del derecho internacional, estas estructuras necesitan continuamente de reformas y renovación para adaptarse a las circunstancias actuales”, dijo.

Para ello, para proporcionar bases cada vez más sólidas al derecho humanitario internacional, Francisco propuso trabajar para una distribución cada vez más equitativa de los bienes de la tierra, “asegurando un desarrollo integral a las personas y pueblos”.

Pero también superando “las escandalosas desigualdades e injusticias que alimentan los conflictos a largo plazo y generan actos de violencia en todo el mundo”, sostuvo.