Los movimientos intestinales predecibles permiten que el cuerpo absorba nutrientes esenciales, sin producir toxinas dañinas
Ser regular es bueno para usted, muestra un estudio reciente.
Los movimientos intestinales predecibles podrían vincularse con su salud a largo plazo, permitiendo que su cuerpo absorba nutrientes esenciales sin producir toxinas dañinas que dañen los órganos, encontraron los investigadores.
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La “zona Ricitos de Oro” de la frecuencia de las deposiciones, una o dos veces al día, se asocia con una mejor salud, según muestran los resultados.
Eso da a los microbios intestinales tiempo suficiente para digerir la fibra dietética, que fermentan en ácidos grasos beneficiosos de cadena corta, explicó el investigador principal, Johannes Johnson-Martinez, estudiante doctoral del Instituto de Biología de Sistemas de Seattle.
”Después de eso, el ecosistema cambia a la fermentación de proteínas, que produce varias toxinas que pueden llegar al torrente sanguíneo”, explicó Johnson-Martínez en un comunicado de prensa del instituto.
En el estudio, los investigadores analizaron datos médicos y de estilo de vida de más de 1,400 adultos sanos, según el estudio, que aparece en la edición del 16 de julio de la revista Cell Reports Medicine.
Estas personas se dividieron en cuatro grupos según la frecuencia de las deposiciones: estreñimiento, normal-bajo, normal-alto y diarrea. Los estreñidos movían sus intestinos una o dos veces por semana, de tres a seis veces por semana y de una a tres veces al día.
Las personas con estreñimiento y diarrea tienden a tener niveles más altos de bacterias asociadas con la fermentación de proteínas tóxicas, mostraron los resultados. Las toxinas producidas por la fermentación de las proteínas pueden causar daño a los órganos, añadieron los investigadores.
Por ejemplo, un subproducto de la fermentación de proteínas llamado indoxil-sulfato se asocia significativamente con una reducción de la función renal, según muestran los resultados. Los niveles sanguíneos de ese subproducto y de otra toxina llamada p-cresol-sulfato estaban elevados en las personas con estreñimiento.
Mientras tanto, otras toxinas asociadas con el daño hepático fueron más altas en las personas con diarrea.
“El estreñimiento crónico se ha asociado con trastornos neurodegenerativos y con la progresión de la enfermedad renal crónica en pacientes con enfermedad activa”, señaló el investigador Sean Gibbons, profesor asociado del Instituto de Biología de Sistemas.
“Sin embargo, no está claro si las anomalías de la defecación son impulsores tempranos de la enfermedad crónica y el daño orgánico, o si estas asociaciones retrospectivas en los pacientes enfermos son simplemente una coincidencia”, añadió Gibbons. “Aquí, en una población generalmente sana, demostramos que el estreñimiento, en particular, se asocia con los niveles sanguíneos de toxinas derivadas de microbios que se sabe que causan daño a los órganos, antes de cualquier diagnóstico de enfermedad”.
No es sorprendente que las personas tiendan a estar en la zona de Ricitos de Oro si comen una dieta rica en fibra, beben mucha agua y hacen ejercicio regularmente, dijeron los investigadores.
Las personas más jóvenes, las mujeres y las que tienen un IMC más bajo tienden a tener evacuaciones intestinales menos frecuentes, muestran los resultados.
La salud mental también puede afectar a las deposiciones de una persona, muestran los resultados.
“En general, este estudio muestra cómo la frecuencia de las deposiciones puede influir en todos los sistemas del cuerpo, y cómo una frecuencia de deposiciones aberrante podría ser un factor de riesgo importante en el desarrollo de enfermedades crónicas”, dijo Gibbons. “Estos conocimientos podrían informar las estrategias para controlar la frecuencia de las deposiciones, incluso en poblaciones sanas, para optimizar la salud y el bienestar”.