Un reciente estudio reveló que este grupo etario goza de mayor bienestar y longevidad en estos ámbitos, en comparación con aquellos que permanecen en sus propios hogares
La vida independiente es importante para las personas mayores, pero un nuevo estudio muestra que quizá no sea lo mejor para su salud. Los adultos mayores que vivían en viviendas para personas mayores tendían a tener una mejor salud que los que permanecían en sus propios hogares, encontraron los investigadores.
Las personas que viven en residencias para personas mayores son menos vulnerables a enfermedades y accidentes, reciben más atención médica en el hogar y viven un poco más que los adultos mayores que permanecen en la comunidad.
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En general, las personas mayores que se mudan a una vivienda para personas mayores tienen menos probabilidades de necesitar hospitalización, especialmente por lesiones, fracturas de cadera, heridas, EPOC, deshidratación o infecciones del tracto urinario.
“Las casas de retiro para personas mayores pueden ser un centro para el bienestar y el envejecimiento saludable de los adultos mayores, con resultados positivos para aquellos que lo llaman hogar”, dijo Ray Braun, director ejecutivo y presidente del Centro Nacional de Inversión (NIC, por sus siglas en inglés) para Vivienda y Cuidado de Personas Mayores. La organización sin fines de lucro NIC proporcionó fondos de subvención para la investigación.
En el estudio, los investigadores de NORC de la Universidad de Chicago rastrearon los problemas de salud comunes de alto costo entre las personas mayores. Compararon a los adultos mayores que se mudaron a comunidades de viviendas para personas mayores a partir de 2017 con un grupo similar de personas mayores que siguieron viviendo en la comunidad.
“Los operadores de viviendas para personas mayores gestionan de manera efectiva la salud de los residentes y reducen los eventos adversos para la seguridad del paciente, sobre todo cuando los adultos mayores se mudan y son más vulnerables, pero se puede hacer más para mantener a los residentes sanos mientras se reduce el gasto en atención médica”, dijo en un comunicado de prensa Lisa McCracken, jefa de investigación y análisis del NIC.
Los investigadores sí encontraron que los residentes de casas de retiro eran más propensos a visitar una sala de emergencias, “lo que podría deberse a los requisitos reglamentarios o a ser demasiado cautelosos en respuesta a un incidente como una caída”, anotó McCracken.
Además, ambos grupos tuvieron tasas similares de hospitalización debido a caídas, hipertensión, neumonía y diabetes no controlada. Otra investigación del NIC y la Universidad de Chicago ha encontrado que los adultos mayores que viven en comunidades de viviendas para personas mayores son menos frágiles después de mudarse a un entorno con apoyo. También reciben más atención de proveedores especializados como podólogos, cardiólogos y psiquiatras.
El NIC apoyará más investigaciones para estimar los ahorros de costos para Medicare de las viviendas para personas mayores, así como para identificar las mejores prácticas de algunas de las principales comunidades de viviendas para personas mayores.
“Dado que se espera que miles de adultos mayores se muden a viviendas para personas mayores en un futuro cercano, existe una oportunidad sustancial para que las viviendas para personas mayores se asocien con pagadores y proveedores de atención médica para mejorar las vidas de los adultos mayores”, dijo Braun.