Los excesos de este micronutriente, propiciados por el consumo excesivo de suplementos, tiene riesgo
Todas las personas sabemos que la vitamina c es fundamental para nuestro bienestar y para el correcto funcionamiento del organismo, pero a pesar de ello, los excesos de este micronutriente, propiciados por el consumo excesivo de suplementos con esta vitamina, tiene riesgo.
De acuerdo con el artículo “Demasiada vitamina C es muy peligrosa: puede provocar estas enfermedades”, publicado en Alimente + por Álvaro Hermida, señala que en el caso particular de la vitamina C, existen riesgos derivados de la sobredosis, y estos pueden llegar a poner en riesgo nuestra salud.
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Dado que es de las pocas vitaminas hidrosolubles (lo que implica que no es liposoluble), no la podemos almacenar a modo de reserva, sino que debemos ingerirla en niveles suficientes todos y cada uno de los días para mantenernos sanos. Aunque nuestro cuerpo es bastante eficiente eliminando el exceso, los niveles demasiado altos en sangre pueden tener consecuencias.
Álvaro Hermida, escribe en su artículo, que el consumo de fuentes naturales de vitamina C, como frutas y vegetales ricos en este nutriente, no se ha relacionado nunca con ningún tipo de síntoma. Los suplementos vitamínicos, en cambio, sí.
Cita múltiples estudios científicos, como el elaborado por los investigadores S. A. Bsoul y G. T. Terezhalmy, de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, que han establecido un límite máximo seguro situado en 2.000 mg diarios. Si superamos este límite, nos encontraremos sufriendo diarrea y náuseas.
¿Qué pasa con los riñones?
Cuando el cuerpo humano se deshace del exceso de vitamina C circulando por él la degrada en una molécula llamada oxalato. Este es un proceso completamente normal. La parte negativa es que el oxalato se une a minerales y forma cristales que pueden contribuir a la formación de cálculos renales conocidos como piedras en el interior de nuestro riñones, señala el artículo de Alimente +.
En la inmensa mayor parte de las personas, esto no llega a producirse porque el cuerpo es capaz de eliminar de forma natural la cantidad ‘normal’ de oxalato, pero cuando aumentamos el consumo de vitamina C por encima de los 1.000 mg diarios, la excreción de oxalato aumenta en un 20%, según un estudio elaborado por investigadores de la Wake Forest University of Medicine.
Como explica el investigador J. M. Rivers, “dosis por encima del límite máximo (2.000 mg) se relacionan directamente con la aparición de piedras renales”.