La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, está siguiendo los pasos autoritarios de su antecesor Lorenzo Córdova Vianello en materia de coartar la libertad de expresión y colocar reglamentos operativos del instituto por encima de las libertades de ideas y de expresión que defiende la Constitución, sobre todo a partir de inquisiciones administrativas.
Lo de menos es que Taddei desconozca el funcionamiento de la comunicación política y esté aplicando reglamentos administrativos que tendrán efectos contra la libertad de expresión. A través de un comunicado arbitrario y de corto plazo, el INE se dirigió a la periodista rusa Inna Afinogenova, quien ha trabajado para el sistema Rusia Today y ahora es entrevistadora del canal español que abrió el exvicepresidente Pablo Iglesias, del grupo político de izquierda Todas Podemos, para investigarla por su entrevista al presidente López Obrador.
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La semana pasada la periodista extranjera dio a conocer en sus redes sociales el requerimiento enérgico, autoritario y perentorio –le da un plazo de 24 horas– para que aclare las razones de su entrevista, diga si las preguntas fueron sembradas por el gobierno mexicano e inclusive informe si recibió algún emolumento económico, exactamente lo mismo que hacía Córdova Vianello como consejero presidente del INE no tanto para vigilar trampas de la comunicación política, sino para generar un ambiente de autoritarismo que obligara a los periodistas a disminuir su tono crítico.
El INE tenía tiene todo el absurdo derecho de obligar a la presidencia de la República a peinar el contenido de las mañaneras para depurarlas de cualquier interpretación de la autoridad electoral de parcialidad política en época de elecciones. Sin embargo, el asunto ha llegado al punto autoritario en que se quieren someter a ciudadanos extranjeros a cumplir con reglas que ningún otro país les impone a comunicadores no nacionales. La respuesta de la periodista Afinogenov fue burlona, agresiva e incluyó la participación del líder político español Pablo Iglesias diciendo que él es el responsable del medio de comunicación que entrevistó al presidente López Obrador.
El INE de Taddei no sólo está regresando a las prácticas autoritarias y coercitivas de la libertad de expresión que privilegió Córdova Vianello, sino que sus mecanismos de intento de control de la comunicación política de los medios recuerdan los viejos tiempos no muy lejanos –de Manuel Bartlett, por ejemplo–en los que se controlaba el contenido de las informaciones para beneficiar al PRI.
Los expedientes abiertos contra periodistas –como la entrevistadora rusa– contradicen el ejercicio absoluto de la libertad de expresión y de prensa que deben tener los periodistas. Córdova Vianello se topó con la pared del Tribunal Electoral que le echó abajo cuando menos dos acusaciones muy expresas contra periodistas por difusión de contenido político en medios de comunicación que al parecer del consejero presidente resultaban sospechosas –es decir: sin pruebas contundentes– de buscar el beneficio de algún partido o candidato. El Tribunal dejó muy en claro que esos dos casos eran de ejercicio de la libertad constitucional de expresión y Córdova Vianello tuvo que tragarse su berrinche.
Una de las características básicas de la democracia radica en el acceso a la información –el otro es la participación, de acuerdo con el modelo de poliarquía de Robert Dahl–, porque los electores durante toda la dictadura política priista padecieron el control de la información a través de mecanismos coercitivos similares –por no decir que calcados– a los que han aplicado Córdova Vianello y ahora Taddei.
El modelo político que está aplicando en la estructura electoral la consejera presidenta Taddei y que entronizó en el INE Córdova Vianello es el conocido esquema chileno posdictadura de democracia protegida, que no es otra cosa que un enfoque paternalista y por tanto autoritario de los responsables electorales para controlar los procesos de elecciones y que se subordinen de manera estricta a los considerandos de los responsables electorales y no a la democracia que requiere de acceso informativo abierto para tomar decisiones en las urnas. Este modelo de democracia protegida fue heredado por Pinochet cuando perdió el control de su dictadura y se enfiló hacia la salida del poder, pero manteniendo mecanismos autoritarios, verticalistas y estatistas que impidan una verdadera democracia informativa.
La decisión de Taddei de abrir un expediente contra Afinogenova es una mala noticia para la libertad constitucional de expresión y lleva a respuestas agresivas porque en su tuit la periodista rusa toma el documento oficial del INE lo enrolla y le manda el mensaje a la consejera presidenta de que por favor se lo ponga donde “le cabe mejor”.
Política para dummies: la política es una espada contra la democracia.
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